Defensoría del Pueblo alerta sobre barreras estructurales e institucionales que perpetúan agresiones.
Por: Redacción Web.
Diario La Libertad.
La Defensoría del Pueblo de Colombia ha hecho un llamado urgente frente al alarmante incremento de la violencia hacia la población transgénero, especialmente contra mujeres trans, quienes enfrentan agresiones físicas, psicológicas y sexuales en un contexto de creciente exclusión y discriminación en el país. La situación, agravada en departamentos como Santander, Norte de Santander, Meta, Antioquia y Valle del Cauca, resalta la falta de acción efectiva por parte del Estado para garantizar sus derechos básicos.
Un aumento preocupante: Las cifras hablan
Entre enero y octubre de 2024, la Defensoría registró 258 casos de violencia motivada por prejuicios hacia personas transgénero y no binarias, un aumento del 29.6% en comparación con los 199 casos reportados durante el mismo periodo del año anterior. Según datos de la Fiscalía General de la Nación, este año han sido asesinadas 26 personas transgénero, lo que equivale a un promedio de dos homicidios mensuales.
Estas cifras no solo reflejan un incremento en las agresiones, sino que evidencian lo que la Defensoría describe como un “odio sistemático” hacia esta población. Las autoridades han fallado en implementar estrategias efectivas para proteger a las personas trans, lo que agrava su vulnerabilidad.
Violencia más allá de las calles: Barreras estructurales
La problemática no se limita a los ataques directos. La Defensoría del Pueblo ha señalado que las personas trans enfrentan múltiples barreras en el acceso a derechos fundamentales:
- Salud: Persisten la discriminación y el maltrato en centros de atención médica, dificultando el acceso a tratamientos adecuados y generando desconfianza en el sistema.
- Justicia: El sistema judicial continúa siendo indiferente a las denuncias de violencia y discriminación. Las víctimas suelen ser revictimizadas o ignoradas.
- Cárceles: Las personas transgénero detenidas enfrentan condiciones de abuso y negligencia, exponiéndolas a niveles alarmantes de violencia.
Aunque Colombia es reconocida por tener uno de los marcos legales más avanzados en derechos LGBTIQ+ de la región, estas barreras institucionales perpetúan un ciclo de exclusión y agresiones.
Recomendaciones de la Defensoría al Gobierno Nacional
Ante este panorama, la Defensoría ha exigido al Gobierno la implementación de medidas inmediatas y efectivas para proteger a la población trans. Entre sus propuestas más urgentes se encuentran:
- Ejecución del CONPES-LGBTIQ+: Se deben asignar recursos técnicos y económicos para asegurar que este plan estratégico se traduzca en acciones concretas.
- Actualización de la Política Pública Nacional LGBTI: Es necesario adaptar las políticas actuales a las realidades que enfrenta esta población en el presente.
- Creación de un mecanismo integral: La puesta en marcha del Mecanismo para la Prevención y Atención Integral de Violencias y Actos de Discriminación a Población LGBTIQ+ garantizaría una respuesta institucional coordinada y efectiva.
Un país desconectado de su marco normativo
La violencia hacia las personas transgénero en Colombia no es un fenómeno reciente ni aislado; es el resultado de décadas de discriminación, indiferencia estatal y políticas ineficaces. En palabras de la Defensoría, “la desconexión entre las leyes y su aplicación real está cobrando vidas”.
Si bien Colombia ha sido alabada por su legislación progresista en temas LGBTIQ+, los datos actuales revelan una grave falta de implementación de estas normativas. Las instituciones deben reconocer que no basta con tener un marco legal; es imprescindible garantizar su cumplimiento.
En conclusión, la creciente violencia hacia la población trans en Colombia exige más que simples compromisos. Requiere acciones inmediatas, un cambio cultural que destierre los prejuicios y una transformación institucional que priorice la protección de los derechos humanos. Solo entonces será posible construir una sociedad realmente inclusiva, donde las personas trans puedan vivir sin miedo y con dignidad.
Y.A.