El boxeo espectáculo un uppercut al menton de irresponsables

Por: Carmelo Bolaño

ORLANDO, Florida – El boxeo desde su nacimiento ha sido un gran espectáculo hablando desde lo deportivo, en algunos cuadriláteros de la actualidad, donde el boxeo profesional se mezcla cada vez más con lo mediático de un espectáculo, fue un tema puesto recientemente a Saúl «Canelo» Álvarez y su respuesta con palabras que aún resuenan como un uppercut certero al mentón de irresponsables con ganas de dinero.

El boxeador mexicano, campeón mundial unificado de peso supermediano conocido por su destreza y su técnica con un legado histórico, el ser monarca de 4 divisiones: supe welter, mediano, semipesado y supermediano expresó sus opiniones un tanto encontradas sobre la proliferación de las peleas mediáticas entre celebridades y ex boxeadores.

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La reciente confrontación entre Jake Paul, una figura que saltó por su fama en YouTube al pugilismo, y la leyenda Mike Tyson, prendió la mecha de una conversación con Canelo, donde este fue claro, aunque respeta la intención de popularizar el boxeo y atraer nuevos públicos, considera que estas peleas diluyen la esencia del deporte. En su perspectiva, los combates deberían basarse en méritos deportivos, no en números de seguidores. Pero más allá de las cifras y el espectáculo, Canelo ha lanzado una advertencia sobre un tema más grave que tiene que ver con lo humano: la integridad física.

«El boxeo no es un juego», ha dicho en repetidas ocasiones, enfatizando los riesgos que supone para peleadores no experimentados enfrenten a rivales de mayor nivel o edad avanzada. El caso de Mike Tyson, de 58 años, enfrentando a Jake Paul, un hombre mucho más joven, pero con escasa técnica en comparación, genera preocupación, más que atracción para personas cuerdas.

¿Dónde queda la ética cuando el dinero pasa por encima de la seguridad? Cada golpe en el cuadrilátero puede ser devastador, y muchos temen que este tipo de combates mediáticos prioricen los ingresos de taquilla sobre la salud de los peleadores. Un eventual enfrentamiento entre Canelo y Jake Paul plantea un dilema similar. Aunque el mexicano ha insinuado que aceptaría el combate solo si hubiera una justificación seria en términos de preparación y nivel, la sombra de convertir el boxeo en un simple espectáculo por dinero sigue presente.

Mientras tanto, el choque Tyson-Paul prometió ser un espectáculo y se logró, estaba cargado de nostalgia y controversia, dejando un interrogante abierto: ¿Está el boxeo cambiando o simplemente adaptándose a una era bajo el dominio del entretenimiento digital, sin importar los riesgos físicos y éticos que ello conlleva para ambas partes; porque por ejemplo, si el boxeador experimentado así esté retirado valiéndose de las técnicas aprendidas y utilizadas durante años, coloca una certera mano a su oponente o caso contrario el boxeador improvisado con muchos seguidores en redes, asesta un potente golpe al ya sin reflejos y viejo boxeador ya retirado de que hablaríamos más tarde?…