Definen cronograma para reubicación de familias afectadas en Piojó tras deslizamientos de 2022

Zona donde ocurrieron los deslizamientos en Piojó, Atlántico.

Por: Redacción Web.
Diario La Libertad.

El municipio de Piojó, en el Atlántico, enfrenta uno de sus retos más grandes tras los devastadores deslizamientos ocurridos en noviembre de 2022. La reubicación de las familias afectadas ya tiene un cronograma definido, según confirmó el alcalde Fernando Tejera, en diálogo con medios locales. Este proyecto, que involucra a la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), la Gobernación del Atlántico y la administración municipal, pretende devolver estabilidad y calidad de vida a los damnificados.

Avances en el proceso y compromisos asumidos

Desde julio de 2023, la UNGRD ha mantenido una presencia constante en Piojó, realizando mesas de trabajo que han permitido resolver asuntos clave como la entrega de subsidios económicos y la reactivación de ollas comunitarias. Además, se han desarrollado intervenciones psicosociales para apoyar a las comunidades afectadas.

«Ya están al día los subsidios, se reactivaron las ollas comunitarias y se ha mantenido un diálogo constante sobre temas sociales», explicó el alcalde Tejera. Sin embargo, enfatizó que el éxito del proyecto depende de una declaratoria oficial que clasifique la zona afectada como «zona de no retorno», permitiendo la viabilidad del nuevo asentamiento.

Estudios y cronograma

Los estudios técnicos para dicha declaratoria, liderados por la UNGRD, serán determinantes para continuar con el proyecto. Estos análisis, que incluyen evaluación de riesgos y factibilidad urbanística, deberán estar listos en mayo de 2025. El predio designado para la reubicación, conocido como Guayabal, cuenta con 14 hectáreas y está en evaluación para garantizar su seguridad y habitabilidad.

De manera paralela, se diseñarán las viviendas y la infraestructura urbanística, en un proceso que abarcará unos dos meses tras la conclusión de los estudios. Posteriormente, se iniciará la etapa contractual y la ejecución del proyecto, que se extenderá por aproximadamente un año. «Estamos hablando de un plazo total de dos años y medio», puntualizó Tejera.

Retos financieros y operativos

El alcalde subrayó que el plan, originalmente valorado en $120 mil millones, podría superar esta cifra debido a la inflación. Además, indicó que la responsabilidad económica recae mayoritariamente sobre la UNGRD, con apoyo de la Gobernación del Atlántico, mientras que la Alcaldía de Piojó deberá gestionar aspectos como la recuperación del cementerio y la reparación de vías dañadas.

Para la vía urbana afectada, se ha dispuesto una inversión de $300 millones, mientras que el cementerio enfrenta mayores desafíos por temas legales y de salud pública. «Ya tenemos un lote para el cementerio, pero los permisos y tratamientos de restos óseos son procesos complejos», señaló Tejera.

El llamado a acelerar los procesos

La Defensoría del Pueblo también ha intervenido en el proceso, exigiendo celeridad y claridad en la información entregada por las entidades responsables. José Bossio Bolívar, defensor del Pueblo encargado en Atlántico, manifestó: «Hacemos un llamado para que no dilatemos tanto la entrega de información y el cumplimiento de los compromisos». Además, informó que la Defensoría sigue acompañando a las comunidades afectadas y monitoreando el avance del proyecto.

En ese sentido, este proceso de reubicación no solo representa un reto logístico y financiero, sino un compromiso ético y social con una población que ha enfrentado largos periodos de incertidumbre. Aunque los tiempos proyectados parecen razonables, la historia reciente de este tipo de proyectos en Colombia muestra que los retrasos y cambios de presupuesto son comunes. Por ello, será crucial que las entidades involucradas cumplan con los acuerdos establecidos y que la comunidad mantenga un papel activo en la vigilancia de los avances.

El éxito de esta iniciativa podría sentar un precedente para la gestión de futuras emergencias en el país, demostrando que con una adecuada planificación y colaboración interinstitucional, es posible superar los retos más complejos.

Y.A.