Por HENRY DE LA ESPRIELLA
Muchas veces hemos escuchado sobre las palabras Mentoria, Coaching, Consultoría y Consejeria, las cuales tienen algunas similitudes y aspectos en común, pero, definitivamente son diferentes. En el coaching nos enfocamos en ayudar a las personas a avanzar desde un punto en el que están hoy, al punto al cual quieren llegar, a tener más claridad sobre su visión y a eliminar o minimizar los obstáculos que se les presenten, es decir, se enfoca en el presente y en cómo avanzar en el futuro, se enfoca en el desarrollo general y específico de sus fortalezas y de sus objetivos; la consejeria, se ocupa más en tratar temas del pasado, con los cuales una persona puede estar estancada o luchando con situaciones que le han ocurrido, lo que le ha hecho sentirse frustrado, desea ver un cambio y necesita ayuda para avanzar, si el pasado es un problema, la consejeria es la mejor opción, no el coaching; en la consultoría, el consultor asume responsabilidades de un proyecto específico y actúa como especialista en un área determinada en la que posee la debida experiencia, el consultor es responsable de una serie de entregables y conocimientos, a diferencia del coaching, en el cual el cliente es responsable del resultado final, el cliente hace el trabajo.
Por su parte, en la mentoria utilizamos nuestra experiencia y conocimientos para compartirlo con las personas que lo necesitan, un mentor, a menudo, guía en un camino específico, con sugerencias basadas en su experiencia sobre cómo avanzar, comparte todo lo que sabe para ser de mucha utilidad. La mentoria nos da la posibilidad de desarrollar a otros enseñándoles, crecer con ellos en el tiempo, la palabra mentoria es verbo (lo que hago) y sustantivo (lo que soy) a la vez, un mentor ve a cada persona como un crack. Todos hemos tenido a lo largo de nuestras vidas, a líderes mentores que nos han enseñado y mostrado cosas que nos han ayudado a resolver situaciones y que nos han hecho sentir como un verdadero crack, recuerdas a un maestro en tu escuela o universidad, a un jefe en los cargos que has ocupado en los diferentes trabajos, o a tus padres o a algún amigo o amiga en particular que te hayan hecho sentir así? En el caso de tus maestros, ¿que los hacía diferentes a los otros, era la materia, la técnica de enseñanza o la forma de calificar? Es muy probable que ninguna de las anteriores y que seguramente lo que los distinguía de los demás era la manera en la que creían en ti, te veían como un verdadero crack y pensaban que eras maravilloso y te lo decían.
Dentro de las características de los líderes mentores tenemos:
-Tienen pasión por el crecimiento y el desarrollo de los demás.
-Continuamente sirven y agregan valor a las personas.
-Comparten sus habilidades y éxitos utilizando el poder de la proximidad, cuando compartes lo que sabes estás enseñando y los demás captando.
-Tienen humildad, la cual los hace a estar siempre dispuestos a aprender, la humildad tiene la habilidad de valorar el éxito y el fracaso para tener una vida equilibrada.
-Cuentan con el poder de la constancia, cuando haces las cosas correctas, se multiplican.
Los líderes mentores obtienen más de la gente, los respetan, los valoran y por consiguiente la gente los termina siguiendo. John C. Maxwell en su libro Mentor 101 nos sugiere que “comencemos a ver y guiar a las personas como pueden ser, no como son, y nos sorprenderemos de cómo responden. No solo su relación con ellos mejorará y se incrementará, sino que también los ayudará a alcanzar su potencial y a convertirse en quienes fueron creados para ser”.
¿Cual es tu motivación intrínseca para crecer y desarrollarte y como puedes mantener viva esa pasión a lo largo del tiempo?
¿Cual es tu nivel de constancia en la aplicación de las acciones correctas para alcanzar tus objetivos y como puedes mejorar?