Los funcionarios del organismo de control revisan las instalaciones de la compañía petroquímica vinculada al Estado venezolano ante posibles transacciones y el vencimiento de su licencia OFAC.
Por: Redacción Web.
Diario La Libertad.
El miércoles 13 de noviembre, los trabajadores de Monómeros, la empresa petroquímica colombiana filial de la estatal venezolana, fueron sorprendidos por la presencia de funcionarios de la Superintendencia de Sociedades, quienes realizaron una visita imprevista a las instalaciones de la compañía.
La visita, que se desarrolló con carácter sorpresivo, estuvo marcada por una revisión exhaustiva de los documentos y las operaciones de la empresa. Durante la inspección, los funcionarios solicitaron copias de los libros contables y registros de la empresa, enfocándose principalmente en aspectos relacionados con la posible venta de las acciones de la compañía.
Además, los auditores se interesaron por la renovación de la licencia OFAC, una autorización emitida por el Gobierno de Estados Unidos que permite a la empresa realizar transacciones con entidades estadounidenses. Esta licencia, clave para la operación de Monómeros, está prevista para vencer el próximo año, lo que genera incertidumbre sobre el futuro de la empresa y las implicaciones que podría tener para sus operaciones en el país.
La visita de la Superintendencia ha alimentado las especulaciones sobre la posible venta de Monómeros, tema que ha sido recurrente en las últimas semanas.
Fuentes cercanas al proceso aseguran a un medio nacional que el organismo de control está intentando determinar si ya se han dado los efectos de la venta de la compañía y cuáles serían las consecuencias de una transacción de este tipo, especialmente si Monómeros, como se señala en algunos informes, se encuentra altamente endeudada con sociedades vinculadas a Pequiven, la petroquímica estatal venezolana.
En este escenario, una venta podría desencadenar una exigencia de pago de la deuda por parte de Pequiven, lo que podría dejar a Monómeros en una situación de insolvencia.
Uno de los puntos más delicados en esta situación es la posible renovación de la licencia OFAC, que le permite a Monómeros continuar con transacciones dentro del sistema financiero internacional. Si esta licencia no se renueva, las posibilidades de realizar negocios con empresas estadounidenses quedarían severamente limitadas, lo que pondría en riesgo el futuro de la compañía.
Además, la incertidumbre aumenta debido a los cambios políticos en los Estados Unidos, ya que el regreso de Donald Trump a la presidencia podría afectar las decisiones sobre la renovación de la licencia y las relaciones comerciales entre Estados Unidos y la empresa.
Así las cosas, a medida que se avecinan cambios políticos en Estados Unidos, el futuro de Monómeros dependerá de las decisiones que tomen las autoridades estadounidenses sobre su licencia y de cómo se resuelvan las disputas financieras con Pequiven.
La situación sigue siendo incierta, y es probable que el seguimiento de estos eventos sea crucial para entender cómo se desarrollará el panorama económico y político en Colombia y Venezuela en los próximos meses.
Y.A.