Estudio de Fedesarrollo y el BID revela el alto costo económico del crimen y la violencia en Colombia y América Latina

Un reciente estudio de Fedesarrollo y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) ha puesto en evidencia el alto costo económico que el crimen y la violencia representan para América Latina y el Caribe. Según el informe, en 2022 los costos directos asociados a estos fenómenos alcanzaron el 3,44% del Producto Interno Bruto (PIB) de la región, una cifra alarmante que supera el 78% del presupuesto destinado a la educación y más del doble de los fondos asignados a la asistencia social.

El impacto económico de la violencia en Colombia

Para Colombia, la situación es igualmente preocupante. Los costos económicos del crimen en el país representan un 3,64% del PIB, lo que equivale a aproximadamente 68 billones de pesos anuales. El informe detalla tres áreas clave en las que se concentran estos gastos:

  1. Costos en capital humano (0,88% del PIB): Estos incluyen la pérdida de productividad de las víctimas de homicidios y delitos no letales, así como la disminución de la capacidad productiva por la privación de libertad de los agresores. Esta reducción en la fuerza laboral afecta negativamente el desarrollo económico del país.
  2. Costos para el sector público (1,0% del PIB): Este rubro incluye los recursos destinados a la policía, el sistema judicial y el sistema penitenciario. Aunque estos gastos son esenciales para mantener el orden, limitan los fondos disponibles para áreas como salud y educación, que son cruciales para el bienestar social y el desarrollo.
  3. Costos para el sector privado (1,76% del PIB): Las empresas deben destinar una porción significativa de sus recursos a medidas de seguridad, como vigilancia privada, sistemas de seguridad y seguros. Estos gastos, en lugar de invertirse en expansión y modernización de los negocios, se destinan a protegerse del crimen.

Colombia, entre los países con mayores costos del crimen

El estudio sitúa a Colombia en el octavo lugar entre los 22 países analizados en América Latina y el Caribe, en términos de los costos del crimen como porcentaje del PIB. En cuanto a los costos asociados al capital humano, el país ocupa la séptima posición, lo que resalta la urgente necesidad de políticas más efectivas en materia de seguridad.

Luis Fernando Mejía, director ejecutivo de Fedesarrollo, destacó el impacto económico negativo de la violencia en el país: “El crimen no solo representa una pérdida de capital humano, sino que también impone una carga económica severa sobre el desarrollo del país. Estos costos son recursos que podrían destinarse a mejorar el sistema educativo, la innovación o la infraestructura, pilares fundamentales para aumentar el crecimiento económico”.

Consecuencias adicionales: turismo, comercio e inversión

El informe también subraya que el crimen afecta negativamente a sectores clave como el turismo y el comercio, además de contribuir a la migración y la disminución de la inversión. En este sentido, Mejía enfatizó que es esencial una respuesta estructural y sostenida para abordar estos problemas, que contemple tanto la prevención del crimen como la mejora en la administración de justicia. Esto, según el director de Fedesarrollo, permitiría reducir los costos asociados a la violencia, aumentar la confianza de los ciudadanos y dinamizar la economía nacional.

Llamado a una política de seguridad más efectiva

El estudio espera generar un debate amplio e informado sobre las políticas de seguridad en Colombia y la región. Fedesarrollo considera que es crucial una respuesta que no solo enfoque en la reducción de la violencia, sino también en la reorientación de los recursos hacia áreas que promuevan el bienestar social y el crecimiento económico.

Con el informe, se busca sensibilizar a los tomadores de decisiones sobre el grave impacto económico que genera el crimen y la violencia, y fomentar políticas públicas que puedan contribuir a un futuro más seguro y próspero para los colombianos.