La declaratoria de calamidad pública busca atención inmediata para cientos de familias en la Alta Guajira, incomunicadas y con acceso limitado a alimentos y medicinas.
La situación en La Guajira se ha agravado con la intensa ola invernal que afecta principalmente la Alta Guajira, una región que enfrenta inundaciones, aislamiento y un alza en el costo de alimentos y combustible.
Desde hace días, el deterioro de las vías y la falta de infraestructura han dejado a los habitantes incomunicados, con camiones atrapados en arroyos desbordados y productos de primera necesidad que se retrasan por casi una semana antes de llegar a las comunidades.
Según lo informado por un medio nacional, el mal estado de las carreteras ha encarecido de manera notable los precios de productos básicos.
“El precio del aceite ahora cuesta hasta 15.000 pesos, algo sumamente costoso. Los huevos y otros enseres han subido de precio, y no podemos hacer nada. La gasolina, que es esencial para esta zona, también ha subido, y todo se ha vuelto más complejo. Los camiones que transportan alimentos demoran mucho en llegar debido a las condiciones de las vías”, explicó María Alejandra Mejía, coordinadora de Gestión del Riesgo en Uribia.
Hacemos un llamado a la @LAGUAJIRAGOB y al gobernador @jaiaguilar la alta guajira se encuentra incomunicada, los alimentos ya escacean, tambien hacemos un llamado a #uribia, somos la cabezera del arroyo Chemerrain, las lluvias han sido constantes, Uribia debe prepararse pic.twitter.com/4rB7sjLoW0
— Esaú Hernández (@Esau56875703) November 12, 2024
Esta situación ha generado tal impacto que las autoridades del municipio de Uribia se vieron obligadas a declarar la calamidad pública. La medida busca atender a las más de 300 familias afectadas por los desbordamientos de los arroyos Kutanamana y Chemerrain, que han dejado inundados barrios enteros.
Las autoridades han habilitado albergues para recibir a las familias desplazadas por el agua y brindarles asistencia humanitaria básica. Sin embargo, la coordinadora de Gestión del Riesgo alertó que la infraestructura en Uribia no está preparada para recibir más lluvias: “Necesitamos recursos para brindar asistencia humanitaria. Los barrios cercanos a estos arroyos también están afectados. No estamos preparados para recibir más lluvias”.
Incomunicación y falta de recursos en la Alta Guajira
A pesar de los esfuerzos locales, el acceso a las zonas rurales sigue siendo muy limitado. El aislamiento geográfico, agravado por la falta de carreteras, dificulta la comunicación con los corregidores y la identificación de los damnificados. Según María Alejandra Mejía, “la comunicación con los corregidores en la zona rural es bastante deficiente debido a la falta de vías. Todo se está gestionando a través de lanchas”.
La crisis también exige apoyo a nivel departamental. El gobernador de La Guajira, Jairo Aguilar, hizo un llamado urgente a las autoridades nacionales, solicitando el uso de helicópteros para poder distribuir alimentos y otros insumos a las familias afectadas. Asimismo, pidió la entrega de medicamentos para el hospital de Nazareth, con el fin de atender las necesidades sanitarias de la población.
Así las cosas, la crisis en La Guajira evidencia una vulnerabilidad estructural de larga data, agravada ahora por las lluvias. La falta de vías adecuadas y el aislamiento rural demuestran que, más allá de una solución temporal, es necesaria una inversión significativa en infraestructura y medios de comunicación para prevenir y responder a emergencias.
Sin mejoras en estos aspectos, cada temporada de lluvias podría dejar a las comunidades de la Alta Guajira en una situación de emergencia similar, lo que representa un reto constante para las autoridades y una barrera al desarrollo para los habitantes de esta región.
Y.A.