R e s t a u r a n t e “M I V A Q U I T A” – El Lugar de su Cita
Fundado en 1964. Carrera 46 70-123
Teléfono: 48350
Propietario: José “Pepe” Bejman
Por: David Awad V.
Complemento Gastronómico Judio/Costeñizado
En nuestra gastronomía Barranquillera se encuentran unas mezclas interculturales, como producto de la migración extranjera que bien se asentó en tierras costeras del norte colombiano. Dentro de este nuevo aporte a nuestra gastronomía criolla, fueron muchos los Judíos sefarditas curazaleños que arribaron a Barranquilla en busca de nuevos horizontes, donde uno de ellos fue el Judío José Pepe Bejman, quien una vez establecido en la ciudad y conocedor de este arte, dió lugar a su negocio en la carrera 46 con la nomenclatura 70-123, más conocido como el Restaurante “Mi Vaquita”.
Mi Vaquita estaba frente al parque Tomas Suri Salcedo, contiguo al Teatro Doña Maruja de González Rubio y a la panadería El Dorado, la cual gozaba del slogan “De subida o bajada en el dorado está su parada”. Mi Vaquita era el punto de encuentro de las familias barranquilleras por estar frente a la entrada al Parque Tomas Suri Salcedo, donde está el estadio de básquetbol llamado entonces Tomas Suri Salcedo (que después de 1970 pasó a llamarse Elías Chewin), estadio Romelio Martínez, El Shop Swey, El Toro Sentao.
Su acogida por los curramberos fue fácil, pues gustó a su paladar en una época donde la radio era “el voz a voz” común de los hogares costeños, cuando Bejman comenzó a pautar en los noticieros y programas radiales más populares entre ellos, Gustavo Castillo García, Marcos Pérez Caicedo, Clemente Vasallo, Leonidas Otálora entre otros más, entró a competir con otro goloso de las parrillas; “El Merendero” de Don Urbano Medina.
Pauta Comercial Recordada
Una de las cuñas radiales más escuchadas y recordadas en aquella época fue precisamente esta, cuyo tema de cortina musical era de tipo tropical y decía así:
/Si quieres Arroz con Pollo/
/Enseguida te lo traerán/
/Si pides la punta gorda/
/Enseguida te la dan/
/Ay, sabroso que se come/
/Que se come/
/Ay, sabroso que se come/
/Que se come/
/Que se come/
/Que se come/
/Mi vaquita!/
/“El Lugar de su Cita”/
Comidas Típicas e Internacionales & Parrilladas
Tal como lo anunciaba en sus avisos en revistas populares, contaba con 48 platos dentro de su menú, con el cual satisfacían el gusto más exigente de sus comensales.
La especialidad gastronómica del restaurante eran; la punta gorda, sopas de menudencias y Fríjoles con patícas de cerdo, platos con los que se “competía” con el Merendero, sin embargo la variedad se ofrecía también como;
Sopa de gallina, sancocho de mondongo, sopa de rabo, carne asada, churrasco, sobre barriga, beffchoriso, yuca, papa salada, bollo casero, arroz con pollo, arroz con coco, arroz a la valenciana, consomé, hígado encebollado y se distinguió por ser pionero en ofrecer banquetes empresariales a domicilio.
Ambiente Familiar Tropical
El restaurante “Mi Vaquita” con una ambientación totalmente caribeña, ajustado a nuestra idiosincrasia costera, contaba con un importante número de kioscos o chocitas con techo de paja y estructuras en bambú, instalados estratégicamente en un patio enorme, donde empresas o familias acostumbraban a celebrar fiestas privadas, cumpleaños o simplemente celebraciones empresariales y fechas especiales.
Mi Vaquita modernizando sus instalaciones acondicionó un salón con el novedoso aire acondicionado llamado Salón “El Torito”, de gran demanda para eventos empresariales.
Comensales Conocidos
En “Mi Vaquita” era común encontrarse con personalidades reconocidas de la vida social, política y del espectáculo, pero en realidad la gente de radio y prensa era común verlas casi que todos los fines de semana allí, pues para entonces era común la pauta publicitaria remunerada en canje, ventaja para las familias de los comensales radiales que llevaban a sus familias y amistades entre otros deslices.
Alcaldes, gobernadores, concejales, diputados, senadores y cenadores, como también grandes industriales, artistas y gente del común, como tú y como yo, preferían el menú de Mi Vaquita, además de otros restaurantes cercanos, por el delicioso sabor de sus platos servidos, atención esperada de sus meseros y mejor aún, sus acogedores kioscos tipo playa (de aquellas épocas) que daban un mejor ambiente caribeño en medio del concreto.
En carnavales el relajo por la noche con la maicena se hacía sentir en los años 60´s, cuando muchos cliente cansados al termino de los desfiles, remataban en Mi Vaquita, picando algunas de sus carnes y picadas mixtas, bajadas con unas frías vestidas de novia que poco a poco incitaban al desorden y polvorín que produce la ya desaprobada harina.
Entre sus celebridades, se recuerda mucho los festejos que escritores como David Sánchez Juliao con una serie de cantantes y periodistas, llevaban a cabo en su inmenso patio.
Anécdota de José Orellano (Director y editor de Muelle Caribe)
Un periodista que se ganó el aprecio y admiración de Pepe Bejman fue José Orellano, quien en su revista virtual “Muelle Caribe”, nos trae sus recuerdos cuando gracias a Efraín Orozco, quien le compuso el estribillo pegajoso “Si quieres comer sabroso, vete a mi vaquita ya”, cuando trabajando para el heraldo, Don Bejman le propuso “Quiero que te vayas un año para Israel con todos los gastos pagos y escribas un libro sobre la gran hazaña de los israelitas: estar llevando agua hasta sus granjas mediante una tubería que sale del mar y atraviesa un extenso desierto. A tu familia le giraremos mensualmente lo que te ganas en El Heraldo, pero en contraprestación te pedimos que escribas una crónica mensual en el periódico hablando favorablemente de los hebreos”. Al final no se logró concretar nada y la amistad continuó intacta, pues el compromiso era algo que el periódico no aceptaría por los conflictos en ese entonces entre hebreos y palestinos.
Nuevas Reglas Gastronómica en “Mi Vaquita”
Finalizando los años 60´s, por creencias arraigadas de tipo religioso, Bejman decidió sacar de sus 48 ofertas gastronómicas la carne de cerdo en todas sus ofertas, de manera que los frijoles ya carecían de sus garras de cerdo y los viernes sólo atendía hasta las 5 de la tarde y se cerraba el negocio.
Cabe resaltar que los frijoles con paticas de cerdo era uno de los platos más apetecidos por los comensales, pero de la doctrina religiosa a la cual pertenecía Bejman, le prohibía el cerdo.
Algunos comensales en especial los viernes, antes de ir casa a reposar las copas etílicas de más, llegaban al restaurante en busca de un buen consomé, carne y cervecita, pero eso sí, en la entrada contrataban un trío musical para que fuera todo al compás.
Su dueño Don José “Pepe” Bejman, lo mantuvo funcionando hasta que su cuerpo se mantuvo en actividad vital terrenal, pues terminado su pasaje terrenal, sus hijos quienes residían en el exterior (Israel y USA), no continuaron su legado y vendieron el negocio.
Con el cierre definitivo de Mi Vaquita, en las puertas de ese mismo restaurante, nació “La Troja” comenta nuestra admirada conocedora e historiadora Emi Choperena.
CREDITOS:
Fuentes
José Orellano
Emi Choperena
Jaime Rueda D.
Foristas grupos de historia
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Fotos
Adlai Stevenson
Didier
Edgar Henao
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