Revelan que Estados Unidos financió la compra del software Pegasus en Colombia para la lucha contra el narcotráfico

Por: Redacción Web.
Diario La Libertad.

En un giro inesperado en la investigación que lidera el presidente Gustavo Petro sobre el uso del software Pegasus en Colombia, dos altos funcionarios de la administración de Joe Biden revelaron a un reconocido medio nacional que no solo el gobierno de Estados Unidos estaba al tanto de la compra de este programa espía, sino que fue precisamente ese país quien financió la operación.

La información proporcionada por estas fuentes a dicho informativo desvela que en 2020, durante el mandato del presidente Iván Duque, se acordó la adquisición de Pegasus, un software desarrollado por NSO Group, conocido por su capacidad para espiar teléfonos móviles. Aunque la operación fue de gran envergadura, no fue compartida con el gobierno colombiano, y el presidente Duque no fue informado sobre la compra de esta herramienta tecnológica.

La transacción y la llegada de los vuelos

La compra, que ascendió a 11 millones de dólares, se concretó con el envío de dinero en efectivo desde Estados Unidos a Israel, país de origen del software. Esta transacción coincidió con la llegada de dos vuelos procedentes de Tel Aviv, que aterrizaron en la base Antinarcóticos de la Policía de Colombia en Bogotá en junio y septiembre de 2021.

“El primer pago, por 5,5 millones de dólares, se hizo el 27 de junio de 2021, y el otro, por la misma cantidad, el 22 de septiembre de ese mismo año. Las bitácoras de vuelo señalan que uno de los vuelos llegó a Bogotá la noche del 25 de junio de 2021, y el otro aterrizó el 18 de septiembre de 2021, pernoctando en la capital con ejecutivos de NSO Group”, explicó uno de los funcionarios estadounidenses que solicitó mantener su anonimato.

Este tipo de operaciones es común en la colaboración entre Estados Unidos y Colombia, especialmente en la lucha contra el narcotráfico. Sin embargo, las fuentes aclaran que el uso del software se limitó estrictamente a la persecución de narcotraficantes, y no se utilizó para espiar a figuras políticas colombianas, como algunas versiones han sugerido.

Protocolos de seguridad y supervisión

El uso del software estuvo bajo estrictos protocolos de seguridad, y su existencia solo fue conocida por un pequeño grupo de personas dentro de los organismos de seguridad del país. Los funcionarios de la administración de Biden subrayan que, a pesar de los temores sobre el abuso de este tipo de herramientas, no hay información que sugiera que Pegasus se haya utilizado para fines indebidos.

“Para garantizar su uso adecuado, se establecieron controles operativos rigurosos, y la supervisión fue clave. La herramienta solo fue empleada para combatir el narcotráfico”, aseguró uno de los voceros oficiales. A pesar de las dudas, los funcionarios afirman que la adquisición fue legal y no involucró recursos ilícitos. “El pago fue de origen lícito”, enfatizaron.

La controversia posterior

A partir del otoño de 2021, el software Pegasus se vio envuelto en controversias internacionales después de que varias organizaciones de derechos humanos y periodistas denunciaran su uso para invadir la privacidad de opositores políticos, defensores de derechos humanos y periodistas. A raíz de esta controversia, Estados Unidos optó por suspender el uso del software en 2022, antes de que Gustavo Petro asumiera la presidencia.

“No teníamos información de que Pegasus se estuviera utilizando indebidamente en Colombia. De hecho, después de que se conocieron los abusos en otros países, comenzamos a revisar con más rigor el uso de estas tecnologías”, indicó uno de los funcionarios.

El financiamiento y la falta de información a Duque

A pesar de que el presidente Iván Duque no fue informado sobre la compra del software, los funcionarios estadounidenses explicaron que este tipo de decisiones son parte de la cooperación rutinaria entre ambos países en la lucha contra las organizaciones criminales transnacionales.

“La adquisición de Pegasus formó parte de nuestra colaboración normal en la lucha contra el narcotráfico y otras amenazas comunes. Se manejó a nivel operativo, y no fue una decisión que requería la participación de los máximos niveles del gobierno colombiano”, señalaron.

Dicho de otro modo, este caso no solo arroja luz sobre la cooperación en la lucha contra el narcotráfico entre Estados Unidos y Colombia, sino que también pone de manifiesto las tensiones sobre el uso de tecnologías de espionaje en la región. La revelación de que un gobierno extranjero financió la compra de una herramienta tan poderosa y controversial como Pegasus plantea preguntas sobre la supervisión y el control de estas tecnologías en el ámbito internacional.

A medida que la investigación continúa, es crucial que se esclarezca el papel de las autoridades colombianas y se establezcan mecanismos para garantizar que estas herramientas no sean mal utilizadas en el futuro, respetando siempre los derechos humanos y la privacidad de los ciudadanos.

Y.A.