
Cinco personas fueron detenidas en un caso de abuso extremo que involucra a un niño y varios perros maltratados.
Por: Redacción Web.
Diario La Libertad.
En un caso que ha causado conmoción en la comunidad de Kentucky, la policía estadounidense rescató a un bebé de dos años que vivía en condiciones de abuso extremo. El menor fue hallado encerrado en una jaula con candado, completamente desnudo y cubierto de excremento. El descubrimiento fue posible gracias a un repartidor de comida, quien, al hacer una entrega en la vivienda, pudo observar al pequeño y de inmediato alertó a las autoridades.
El hecho ocurrió en una residencia ubicada en el condado de Carroll, Kentucky, donde tras recibir la denuncia, la policía ejecutó una orden de allanamiento para asegurar la escena. Una vez en el lugar, los agentes encontraron al niño en condiciones deplorables, mientras que otros dos menores también fueron sacados de la casa por el Gabinete de Salud y Servicios Familiares. “Tras una investigación preliminar, dos niños fueron sacados de la casa por el Gabinete de Salud y Servicios Familiares», indicó el comunicado de la policía, resaltando la gravedad del caso.

En el allanamiento, las autoridades también descubrieron la presencia de ocho perros en mal estado de salud, algunos de ellos igualmente enjaulados. Dado el nivel de insalubridad y las pésimas condiciones en las que se encontraba el lugar, la vivienda fue declarada inhabitable por las autoridades locales.
Cinco personas fueron detenidas en conexión con estos actos de abuso. Entre los arrestados se encuentra Brenda Chilton, de 71 años, residente de Carrollton, quien enfrenta cargos por abuso criminal en primer grado y exposición al peligro en primer grado. William Mahoney, de 72 años y también oriundo de Carrollton, fue acusado de los mismos delitos. Codey Johnson, de 29 años, también de Carrollton, recibió cargos similares.
Asimismo, Tammy Simmons, de 52 años, fue arrestada por cargos de abuso criminal y exposición al peligro, mientras que Shelby Turocy, de 28 años y procedente de Gante, enfrenta cargos adicionales de posesión de metanfetamina, posesión de parafernalia de drogas y posesión de marihuana, además de los cargos por abuso y exposición al peligro.
Según informaron los servicios sociales, el bebé rescatado fue evaluado y, a pesar de las condiciones en las que fue encontrado, se encontraba en buen estado de salud. Sin embargo, el caso ha generado un profundo rechazo en la comunidad, que exige justicia ante el nivel de crueldad presenciado.
Ante estos hechos, el jefe de la policía hizo un llamado a la ciudadanía para que reporten cualquier situación similar que puedan observar en sus entornos. «Si ves algo, dilo», concluyó el sargento jefe en su mensaje, invitando a los ciudadanos a no ignorar señales de abuso y maltrato infantil en sus comunidades.
Estos hechos no solo revelan el terrible nivel de abuso al que estuvo sometido el menor, sino que también pone en evidencia la importancia de la intervención ciudadana. Gracias a la alerta del repartidor de comida, el niño fue rescatado, resaltando el rol fundamental que cada individuo puede tener en la protección de menores y de otros seres vulnerables. Además, el descubrimiento de drogas y parafernalia en la vivienda plantea preguntas sobre el ambiente en el que vivían estos menores y los animales encontrados en malas condiciones.
Los desafíos que enfrentan los servicios sociales y las autoridades en situaciones de maltrato son evidentes. La rápida respuesta policial y el involucramiento de las entidades de protección infantil muestran un sistema que, aunque imperfecto, intenta responder ante las denuncias. Sin embargo, es preocupante que casos tan graves sigan ocurriendo, lo cual sugiere la necesidad de fortalecer las campañas de prevención y educación en la comunidad para evitar que otros niños y animales sufran abusos tan atroces.
Y.A.