El primer ministro irlandés, Simon Harris, ha convocado elecciones generales anticipadas para el próximo 29 de noviembre, adelantando así los comicios originalmente programados para marzo de 2025. Esta decisión refleja el panorama político actual, donde su partido, Fine Gael (FG), se perfila como el favorito para continuar en el poder.
La coalición gobernante, que incluye a Fine Gael, el centrista Fianna Fáil (FF) y el Partido Verde, se siente confiada tras los buenos resultados obtenidos en las elecciones europeas y locales de junio pasado, donde ambos partidos se impusieron con claridad. Sin embargo, el Sinn Féin, el principal partido opositor, ha visto una caída en su popularidad, a pesar de haber liderado las encuestas en años recientes.
El gobierno de Harris presentó en octubre un presupuesto para 2025 con generosos recortes fiscales y una fuerte inversión pública, que sus rivales han calificado como una estrategia electoral para atraer al electorado. Harris, quien asumió la jefatura del Ejecutivo en abril tras suceder a Leo Varadkar, destacó en su anuncio que las principales preocupaciones de la ciudadanía incluyen la crisis sanitaria, la escasez de viviendas y la inmigración. Además, subrayó que Irlanda se enfrenta a estos comicios con una economía en crecimiento, beneficiada por los impuestos de multinacionales como Apple.
Uno de los temas más candentes en la campaña electoral es la crisis de vivienda, un asunto que el Sinn Féin ha utilizado para ganar apoyo. Sin embargo, Harris ha señalado que parte de los recursos obtenidos de las contribuciones fiscales de las grandes empresas se destinarán a abordar esta problemática.
Aunque el Sinn Féin fue el partido más votado en 2020, no pudo formar un gobierno debido a la falta de apoyos, y su popularidad ha disminuido en los últimos meses. Mientras tanto, Fine Gael y Fianna Fáil, que históricamente han sido los principales rivales políticos en Irlanda, parecen encaminados a una nueva coalición después de las elecciones, tal como sucedió en 2020. Sin embargo, Fianna Fáil ha dejado claro que no gobernará con el Sinn Féin, lo que agrega una nueva capa de complejidad a la disputa política de cara al 29 de noviembre.