Las fuertes lluvias que han azotado la región de La Alta Guajira mantienen a sus habitantes incomunicados, pues las inundaciones han dejado las carreteras intransitables. En respuesta a esta situación crítica, las autoridades han iniciado operativos de evacuación por vía marítima para atender a los más vulnerables de la comunidad.
En un Puesto de Mando Unificado, liderado por el gobernador de La Guajira, Jairo Aguilar Deluque, junto con el director de la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), Carlos Carrillo, se analizaron los daños en la región y se coordinaron los esfuerzos de evacuación y ayuda humanitaria. Aguilar Deluque destacó que la situación en Uribia es particularmente alarmante, ya que las crecidas de agua están poniendo en riesgo la seguridad alimentaria y la salud de sus habitantes.
Gracias a esta coordinación, en las últimas horas se logró evacuar por vía marítima a Eliécer, un bebé de cinco meses que requería atención médica urgente. El pequeño fue trasladado desde Flor del Paraíso hasta Maicao, donde recibió el tratamiento necesario. También fueron evacuados Eduardo, un adulto mayor de 91 años, y Miguel Ángel, de 76, ambos con problemas de salud y quienes continuarán su trayecto hacia Maicao vía Cojoro, Venezuela. Otro menor, Freiver Antonio, de seis años, fue evacuado desde Nazareth con una infección respiratoria aguda que requería intervención.
El gobernador de La Guajira solicitó al Gobierno Nacional y al Ministerio de Hacienda que asignen los recursos necesarios para hacer frente a esta emergencia. «Estamos haciendo todo lo posible con los recursos actuales, pero necesitamos apoyo adicional para garantizar el suministro de alimentos y medicamentos a las zonas afectadas», declaró Aguilar Deluque.
La situación pone de manifiesto la urgente necesidad de mejorar las infraestructuras viales en La Guajira, donde las fuertes lluvias recurrentes dejan a las comunidades aisladas. Aguilar insistió en la importancia de contar con maquinaria pesada y asistencia para rehabilitar las vías y restablecer la conectividad con las poblaciones afectadas, permitiendo una respuesta efectiva ante futuros desastres.