El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha revelado que un hombre vinculado a la Guardia Revolucionaria de Irán, identificado como Farhad Shakeri, fue acusado de planear el asesinato de Donald Trump, quien en ese momento se encontraba en plena campaña presidencial. Según las autoridades estadounidenses, Shakeri, residente en Irán, habría sido designado por el gobierno iraní para organizar un complot con el objetivo de matar al entonces candidato republicano.
Shakeri, de 51 años, es descrito como un miembro activo de la Guardia Revolucionaria y se le vincula a la red de cómplices responsables de intentar llevar a cabo el atentado. En una conversación con el FBI, Shakeri admitió haber sido encargado del asesinato, aunque aseguró que nunca pensó en llevarlo a cabo dentro del plazo solicitado por sus superiores en Irán. La acusación revela que, si el ataque no se había concretado para esa fecha, los iraníes habrían pospuesto la misión hasta después de las elecciones, confiando en que Trump perdería y que luego sería más sencillo ejecutarlo.
La denuncia llega tras un informe previo de la campaña de Trump, que había recibido alertas sobre amenazas directas de Irán contra su vida, emitidas por los servicios de inteligencia de EE.UU. El director del FBI, Christopher Wray, subrayó que este caso demuestra los intentos de Irán de atacar no solo a Trump, sino a ciudadanos estadounidenses y a aquellos que se oponen al régimen iraní.