Crimen en Las Malvinas: “Con una silla, le pegué al sicario para tumbarle el revólver, pero mató a mi hijo”, madre de la víctima





Por Redacción Judicial 

A Anderson David Fernández Zambrano lo sorprendieron las balas en la terraza de su casa, situada en la calle 96 carrera 7B, barrio Las Malvinas. La noche del jueves hablaba con sus padres en el momento en que dos tipos llegaron y arremetieron contra él. 
Los pistoleros estaban dispuestos a acabar con su vida, por eso uno de ellos no dudó en sacar su arma de fuego y dispararle a quemarropa y frente a sus seres queridos. Él cayó, seguía con signos vitales, pero solo le duraron unas horas. 
Así lo contaron sus familiares, que dicen desconocer las causas que tuvieron los homicidas para acabar con su vida de una manera cruel. “Llegaron dos en moto, uno se bajó, que fue el sicario, y el otro se quedó esperando”, relató  la mamá, Oneida Zambrano.

El relato de la progenitora

Esta pesadilla de la que quisiera despertar la progenitora inició a las 10:30 de la noche. Según cuenta la mujer, fueron momentos de angustia los que tuvo que vivir. El joven de 26 años recibió seis balazos a la altura del tórax. 
“El tipo llega y se encarniza dándole los tiros a él (Anderson), yo cogí una silla, le pegaba al sicario en la mano como para tumbarle  el revólver, pero no lo soltó”, dijo Oneida. 
Fue en ese instante en que Mario Enriques Fernández Ruiz, de 58 años, trató de impedir la muerte de su hijo; sin embargo, también  resultó herido en la pierna y brazo, ambos del lado derecho.
“Cuando impactaron al papá, mi hijo cogió una mesa para protegerse, pero el criminal se le dio la vuelta y ahí le dio hasta que le descargó toda el arma”, añadió la mujer. 
La reacción de la madre al ver a su hijo lleno de sangre y casi sin vida fue preguntarle al agresor las razones para asesinarlo. “¿Por qué me lo mataron? y me dijo ‘vaya coma mierda vieja hijue…”.
Padre e hijo fueron ingresados a la Clínica San Ignacio, donde los médicos en turno le brindaron los primeros auxilios. Minutos después confirmaron que el joven llevó la peor parte y no resistió la gravedad de las heridas y falleció. 
Consciente de que su hijo no merecía morir de esa forma, Oneida pide ayuda para darle cristiana sepultura.