Transitar por el tramo de la Circunvalar entre Murillo y la Calle 30 se ha convertido en un verdadero reto para los conductores debido al pésimo estado de la vía. Los numerosos huecos y baches a lo largo del recorrido están causando serias dificultades en la movilidad, lo que ha generado quejas generalizadas entre los conductores.
El deterioro de este importante sector vial afecta principalmente a los buses de transporte público, que, además de verse obligados a reducir su velocidad, enfrentan constantes demoras que dificultan la prestación de un buen servicio a los usuarios. Los choferes aseguran que las condiciones de la vía no solo ponen en riesgo la seguridad de los pasajeros, sino que también incrementan el tiempo de viaje y el desgaste de los vehículos.


Los conductores de buses también se han visto perjudicados, pues la presencia de los baches obliga a maniobras evasivas, lo que incrementa el riesgo de accidentes.