Con un conjunto de propuestas que desafían las políticas tradicionales, Donald Trump promete una «nueva era dorada» para Estados Unidos, marcada por la seguridad, la prosperidad y los valores conservadores.
Por: Redacción Web.
Diario La Libertad.
En el marco de su nueva candidatura presidencial para el periodo 2025 – 2028, Donald Trump ha presentado un ambicioso plan de gobierno que promete cambios profundos y controvertidos en múltiples áreas. Estas propuestas, que buscan “hacer a Estados Unidos grande de nuevo”, abarcan desde la economía y la inmigración hasta la educación, la seguridad y los valores sociales. En un discurso marcado por un tono desafiante y patriótico, el expresidente republicano sostiene que sus políticas serán la respuesta a las actuales crisis y convertirán a Estados Unidos en una potencia global sin precedentes.

Uno de los pilares de su propuesta es la seguridad fronteriza. Trump se compromete a llevar a cabo «el proceso de deportación más grande en la historia de los Estados Unidos», con el objetivo de frenar la inmigración ilegal y restablecer el control en las fronteras. El candidato asegura que habrá una “inmigración legal y ordenada”, en contraposición a lo que describe como la situación actual de descontrol.
En el ámbito energético, Trump promete convertir a Estados Unidos nuevamente en una potencia energética mundial. Su plan incluye una fuerte apuesta por la producción nacional de petróleo y gas, lo cual, asegura, reducirá los precios de la gasolina y fortalecerá la economía. En su discurso, también critica las políticas climáticas actuales, llamándolas «farsa verde climática», y anuncia que su administración no dará prioridad a la lucha contra el cambio climático.

Otro de los puntos fuertes de su propuesta es la reforma educativa. Trump promete eliminar el «adoctrinamiento marxista» y la «ideología de género» en las instituciones educativas, así como transferir la gestión de la educación desde el gobierno federal hacia los estados, para que sean los padres quienes tengan un mayor control sobre la educación de sus hijos. Asimismo, asegura que se eliminará el Departamento de Educación y que no habrá ayuda federal para las escuelas que exijan el uso de mascarillas o vacunación obligatoria. Además, se compromete a restaurar los valores tradicionales en el sistema educativo, donde conceptos como «Dios, Patria y Familia» serán la base de la formación de los jóvenes.
La salud también ocupa un lugar destacado en su plan. Trump ha anunciado que Robert Kennedy Jr. liderará una serie de reformas para hacer a Estados Unidos «saludable de nuevo». Estas reformas incluyen cambios en las políticas de salud pública y regulaciones sobre las farmacéuticas, así como la eliminación de la obligatoriedad de ciertas vacunas. En línea con esta postura, Trump promete que no habrá vacunaciones obligatorias y que las decisiones de salud estarán en manos de cada ciudadano.
En cuanto a la seguridad pública, Trump ha declarado una lucha frontal contra el narcotráfico y el crimen organizado. Propone la pena de muerte para grandes capos de la droga, en especial los que trafican fentanilo, una sustancia que, según él, ha «destruido a la juventud norteamericana». A nivel doméstico, promete una intervención masiva en las ciudades que actualmente están «tomadas por el crimen y los carteles», con el objetivo de devolverles la seguridad a los ciudadanos. También afirma que las fuerzas policiales y militares recibirán un respaldo sin precedentes del gobierno federal, incluidas compensaciones para quienes fueron destituidos por no cumplir con los mandatos de vacunación durante la pandemia de COVID-19.
Trump también apunta a una serie de reformas en el sistema judicial y en las agencias federales. Bajo su administración, asegura que el Departamento de Justicia, el FBI, la CIA y el Pentágono serán despolitizados. Se erradicará del sistema judicial a jueces y fiscales con “tendencias marxistas”, y los cargos por corrupción no tendrán tolerancia alguna. En su discurso, enfatiza que no habrá cabida para el comunismo en Estados Unidos y que su objetivo es «limpiar» las instituciones.
Para reactivar la economía y el empleo, Trump propone una de las mayores reconstrucciones en infraestructura en la historia de Estados Unidos, que incluye mejoras en aeropuertos, autopistas, puentes y vías férreas. Este esfuerzo busca no solo mejorar la infraestructura del país, sino también atraer a grandes empresas de vuelta a suelo estadounidense y generar millones de empleos de alta calidad. Como parte de su visión económica, el republicano se compromete a reducir los impuestos, especialmente para pensionados y veteranos, y reemplazar algunas cargas impositivas con tarifas a países que deseen exportar productos a Estados Unidos.
En términos de política exterior, Trump declara que trabajará para mantener a Estados Unidos fuera de conflictos internacionales y promete «poner fin a los actuales conflictos que nos tienen al borde de la III Guerra Mundial nuclear». Además, presionará a las dictaduras en el continente, incluyendo Cuba, Nicaragua y Venezuela, buscando una «América libre y democrática».
Así las cosas, el plan de gobierno de Trump está diseñado para resonar con su base electoral conservadora, que busca un regreso a los valores tradicionales y un enfoque radical para enfrentar los problemas actuales. Sus propuestas, no obstante, generan divisiones profundas en la sociedad estadounidense y plantean retos significativos, tanto en términos de política doméstica como en el ámbito internacional.
Si bien Trump presenta estas políticas como una nueva era dorada para Estados Unidos, el impacto real de su implementación dependerá de su capacidad para lidiar con las resistencias dentro y fuera del país. Sus promesas, especialmente las relacionadas con la inmigración, la energía y el sistema educativo, representan una visión que busca reestructurar profundamente el tejido social y económico de Estados Unidos.
El cuestionamiento que queda en el aire es si estas medidas lograrán unificar al país o si, por el contrario, incrementarán la polarización ya existente.
Y.A.