La tensión entre Vladimir Putin y Donald Trump: ¿Por qué el Kremlin se mantiene en silencio tras el triunfo del republicano?

Por: Redacción Web.
Diario La Libertad.

En un giro que ha llamado la atención del ámbito político internacional, el Kremlin ha optado por no felicitar a Donald Trump tras su reciente victoria en las elecciones presidenciales de Estados Unidos. La relación entre el mandatario ruso, Vladimir Putin, y Trump, que fue bastante estable entre 2017 y 2021, parece haberse enfriado considerablemente en los últimos años. Este cambio se percibe particularmente ahora que el exmandatario estadounidense se prepara para asumir un posible segundo mandato.

Una de las causas principales de este distanciamiento es la invasión de Rusia a Ucrania en 2022, un conflicto que desencadenó sanciones económicas significativas para Moscú y tensó las relaciones entre Rusia y Occidente. Esta situación ha llevado a una especie de «congeladora» en el vínculo entre ambos líderes. La invasión rusa generó un nivel de confrontación que algunos analistas comparan con la crisis de los misiles en Cuba de 1962, cuando Estados Unidos y la entonces Unión Soviética estuvieron a un paso de una guerra nuclear.

Esta invasión, más allá de las repercusiones económicas, reconfiguró la postura de Estados Unidos frente a Rusia, contribuyendo a la percepción del Kremlin de que el país norteamericano es un «Estado hostil». El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, expresó recientemente que Trump había manifestado durante su campaña su deseo de acabar con la guerra en Ucrania, pero subrayó que «solo el tiempo dirá» si estas palabras se traducen en acciones concretas. En este contexto, Peskov fue claro: “No olvidemos que estamos hablando de un país poco amistoso, que está implicado directa e indirectamente en una guerra contra nuestro Estado”, refiriéndose a la participación de Estados Unidos en el conflicto de Ucrania.

El Kremlin también mencionó que Putin no tiene planes de felicitar a Trump por su reciente victoria electoral, destacando que las relaciones bilaterales se encuentran en «un mínimo histórico». Esto refleja la complejidad de los intereses de ambas potencias y cómo los conflictos actuales afectan los nexos diplomáticos. La relación con Washington no ha estado tan deteriorada en décadas, y el Kremlin se mantiene cauteloso sobre el impacto real de las promesas de Trump en el ámbito internacional.

“Hemos dicho en repetidas ocasiones que Estados Unidos es capaz de contribuir al fin de este conflicto”, agregó Peskov. Sin embargo, matizó sus palabras al indicar que este cambio no ocurrirá de inmediato: «Esto no puede hacerse de la noche a la mañana, pero… Estados Unidos es capaz de cambiar la trayectoria de su política exterior». La incógnita, entonces, reside en si el posible segundo mandato de Trump se traducirá en un cambio significativo en la postura de Washington respecto a Ucrania.

Este contexto plantea varias preguntas sobre el papel que podría desempeñar Trump en la política internacional y cómo afectaría sus decisiones al conflicto en Ucrania. De lograr una aproximación con Rusia, Trump podría intentar restablecer una vía diplomática que contribuyera al fin del conflicto. No obstante, la cautela del Kremlin refleja la desconfianza hacia Washington y su capacidad de modificar la actual política exterior en torno a Ucrania.

La frialdad en la relación entre Trump y Putin evidencia las profundas divisiones que la guerra en Ucrania ha provocado en el escenario internacional. A medida que se aproxima la toma de posesión de Trump, el mundo estará atento a si cumple su promesa de poner fin a la guerra en Ucrania o si la desconfianza entre Estados Unidos y Rusia continuará creciendo. Lo cierto es que, mientras no se logre una alineación diplomática, las tensiones seguirán marcando el rumbo de ambas potencias en un escenario de incertidumbre.

Y.A.