El huracán Rafael, actualmente de categoría 3, tocó tierra este miércoles en el suroeste de Cuba, específicamente en la provincia de Artemisa, con vientos sostenidos de hasta 185 kilómetros por hora. El impacto de este poderoso ciclón ha provocado un apagón masivo en la isla, incluyendo áreas de La Habana, de acuerdo con información del Centro Nacional de Huracanes de EE.UU. (NHC).
Ubicado a unos 65 kilómetros de la capital cubana, el ojo del huracán continúa su desplazamiento hacia el noroeste a una velocidad de 22 kilómetros por hora. Las autoridades cubanas, que ya habían emitido múltiples alertas, evacuaron a decenas de miles de personas ante la amenaza de inundaciones y fuertes ráfagas de viento. Este es el segundo huracán que afecta a Cuba en la presente temporada de huracanes en el Atlántico.
Para proteger a la población y la infraestructura, la empresa estatal Unión Eléctrica de Cuba (UNE) decidió suspender el servicio eléctrico en las zonas afectadas, activando un protocolo que se implementa cuando los vientos de huracanes superan los 60 kilómetros por hora. Según UNE, esta medida busca reducir riesgos y garantizar la seguridad.
Se espera que Rafael continúe su trayectoria hacia el sureste del Golfo de México, generando condiciones de tormenta tropical en el centro y sur de los Cayos de Florida. Además, el NHC advierte sobre una peligrosa marejada ciclónica, que podría elevar el nivel del mar hasta 4 metros en ciertas áreas de la costa sur de Cuba.
La tormenta también trae consigo lluvias intensas para Jamaica, las Islas Caimán y el occidente de Cuba, con acumulaciones que podrían alcanzar los 300 milímetros, según los pronósticos. La NOAA ha señalado que esta temporada de huracanes, que finaliza el 30 de noviembre, está siendo particularmente activa, con un pronóstico de hasta 13 huracanes, de los cuales varios alcanzarán categorías de gran intensidad.