En la última sesión ordinaria, los concejales de Cartagena expresaron preocupaciones sobre la demolición de Aquarela, la seguridad durante las festividades y la creación de una Zona de Tolerancia. Piden medidas urgentes para proteger la integridad de la ciudad y su patrimonio.
Por: Redacción Web.
Diario La Libertad.
En su reciente sesión ordinaria, el Concejo Distrital de Cartagena discutió una serie de temas que han despertado preocupación en la comunidad. Entre estos se destacaron tres asuntos de gran relevancia: la demolición del controvertido edificio Aquarela, los incidentes de vandalismo durante la masiva «Rodada de Halloween» y la propuesta de implementar una Zona de Tolerancia en la ciudad.
Los concejales expresaron la urgencia de atender estas problemáticas, enfatizando la necesidad de mantener el equilibrio entre la seguridad ciudadana, la preservación del patrimonio cultural y el bienestar de los residentes, especialmente en vísperas de las esperadas celebraciones novembrinas.
El concejal Rafael Meza manifestó su inquietud frente a los episodios de inseguridad ocurridos en la rodada de Halloween, una actividad que originalmente buscaba ser un evento lúdico para la comunidad, pero que terminó empañada por incidentes violentos.
Meza hizo un llamado directo a la administración distrital para que implemente mayores medidas de control, sobre todo ante la inminencia de las fiestas novembrinas, recordando que «es fundamental que no se permitan estos actos que podrían manchar las celebraciones en Cartagena».
Según el concejal, garantizar la seguridad ciudadana y la tranquilidad durante las festividades es una responsabilidad de las autoridades, y urge evitar situaciones que afecten el ambiente festivo en la ciudad.
Con respecto al caso de la demolición del edificio Aquarela, un proceso que generó polémica en la ciudad, Meza expresó su satisfacción por la finalización de esta acción, considerándola una victoria para Cartagena. Destacó que esta decisión reafirma el estatus de la ciudad como Patrimonio de la Humanidad. Sin embargo, el concejal también enfatizó la necesidad de que la administración no olvide a quienes invirtieron en el proyecto.
“Es esencial que los derechos de los compradores de Aquarela sean protegidos”, recalcó Meza, quien recordó que muchos ciudadanos confiaron en el proyecto y ahora se enfrentan a un futuro incierto.
En ese sentido, el concejal Carlos Barrios también intervino, destacando el papel que ha desempeñado el Concejo en la defensa del patrimonio histórico y cultural de Cartagena. Barrios recordó que el organismo ya había advertido en repetidas ocasiones que la construcción del edificio representaba un riesgo para la permanencia del estatus de Patrimonio de la Unesco.
Otro tema que suscitó debate fue la propuesta de establecer una Zona de Tolerancia en la ciudad, una iniciativa que pretende regular la prostitución en un área específica de Cartagena. El presidente del Concejo, David Caballero, opinó que aunque la prostitución es legal en el país, es indispensable garantizar que este espacio no se convierta en un entorno favorable para la explotación sexual y el turismo sexual.
Caballero hizo hincapié en que el Concejo debe participar activamente en las discusiones sobre este proyecto, especialmente en lo relacionado con la planificación urbana de la ciudad, e insistió en la importancia de incluir a los residentes de la zona en la toma de decisiones. «Es imperativo que los habitantes de Cartagena tengan voz en un proyecto de esta envergadura», señaló.
Finalmente, la concejal Laura Díaz llamó a la población a vivir las próximas festividades con responsabilidad y civismo, subrayando que el esfuerzo de la administración y el apoyo del Concejo para revitalizar las celebraciones debe verse reflejado en un comportamiento respetuoso y prudente por parte de los cartageneros. Díaz recordó que el éxito de estas festividades no solo depende de la logística y organización, sino también del compromiso de los ciudadanos con la convivencia pacífica.
Así las cosas, la sesión del Concejo dejó claro que, a medida que Cartagena se aproxima a un período de festividades, existen temas críticos que requieren atención inmediata para garantizar el bienestar de la ciudadanía y la preservación de su legado cultural.
Las opiniones de los concejales reflejan un profundo interés en balancear la seguridad y el respeto por el patrimonio en un contexto de transformaciones sociales. Con la propuesta de la Zona de Tolerancia aún en debate, se espera que las autoridades encuentren mecanismos efectivos para abordar tanto los temas de seguridad como la promoción de una cultura de paz durante las celebraciones.
Y.A.