Comunidades indígenas denuncian una nueva ola de asesinatos en el Cauca, mientras el conflicto armado pone en riesgo la vida de líderes y comuneros.
Por: Redacción Web.
Diario La Libertad.
En una nueva tragedia para las comunidades indígenas del Cauca, el guardia indígena y docente Emmanuel Oca Cuspián fue asesinado en un violento ataque perpetrado en la zona rural de San Andrés de Pisimbalámbalá, en el municipio de Inzá, al oriente del departamento. Según denuncias de organizaciones sociales y humanitarias de la región, Oca Cuspián, reconocido por su labor como guardia indígena y profesor en la comunidad, perdió la vida mientras se dirigía a la vereda Lomitas el pasado 5 de noviembre. En el ataque, también le fue sustraída su motocicleta negra, una CB160 con placas PSZ58F.
Este asesinato se suma a una creciente lista de ataques contra líderes indígenas en el Cauca. Apenas una semana antes, el 31 de octubre, el mayor indígena Gustavo Taquinás, de 66 años, y su compañera sentimental, Evangelina Quiguanas Quebrada, fueron asesinados en el sector rural de El Tablón, en Jambaló. Estos homicidios son parte de lo que las comunidades describen como un «gota a gota de sangre y dolor», pues cada semana las víctimas son personas comprometidas con la protección y defensa de su territorio y cultura.
Organizaciones como Indepaz han advertido sobre el grave riesgo que enfrentan las comunidades indígenas en el Cauca debido a la presencia de grupos armados ilegales, como las disidencias de las FARC, el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y el Frente 57 Yair Bermúdez. Estas organizaciones han intensificado su actividad en municipios como Silvia, Totoró, Inzá y Páez-Belalcázar, imponiendo su control en vastas áreas rurales y desatando una ola de violencia que afecta a los civiles.
«Es un hecho que la población civil está poniendo los muertos en esta nueva guerra», expresó Darío Almendra, representante indígena de la región. «Uno no entiende qué está haciendo el gobierno y las fuerzas militares para proteger estos territorios. Lo que uno ve es que los actores armados son quienes dominan veredas y corregimientos en el Cauca, asesinando a líderes sociales sin que estos casos encuentren justicia».
A pesar de los constantes llamados humanitarios emitidos por instituciones y organizaciones sociales, la violencia en contra de los líderes y comuneros indígenas no cesa. “José Emmanuel Oca Cuspián era un reconocido líder social, guardia indígena, profesor, artesano y defensor de la vida en el territorio y la cultura nasa”, destacó Indepaz en un comunicado. La entidad también emitió la AT 019/23, en la que alerta sobre los riesgos que enfrentan diariamente los líderes sociales en el país, quienes se ven amenazados por el control impuesto por los grupos armados y las constantes violaciones de derechos humanos.
Las comunidades indígenas de Tierradentro, como las de Inzá, enfrentan un contexto de violencia e impunidad que afecta no solo a sus líderes, sino a su cultura y tejido social. Según Almendra, «este acto de violencia no solo nos arrebata personas queridas, sino que hiere el tejido mismo de nuestra cultura y nuestra historia». La muerte de cada guardia y líder representa una profunda herida en el corazón de las comunidades, que luchan por mantener viva su identidad cultural frente a un entorno cada vez más hostil.
El asesinato de Emmanuel Oca Cuspián y otros líderes indígenas en el Cauca es reflejo de una crisis de seguridad que el Estado parece no poder resolver. La creciente presencia de actores armados ilegales en esta región vulnera los derechos de las comunidades indígenas, quienes, a pesar de los esfuerzos por proteger su territorio, siguen siendo víctimas de ataques.
El fortalecimiento de estrategias de seguridad y la implementación de políticas de protección eficaces para los líderes sociales y las comunidades son más urgentes que nunca. Sin ellas, los derechos y la vida de los pueblos indígenas seguirán en riesgo, agravando el ciclo de violencia y despojo.
Y.A.