Las intensas lluvias que azotan a Panamá desde la noche del sábado han dejado un saldo trágico: cuatro personas han perdido la vida, dos se encuentran desaparecidas y más de 210 familias han sido afectadas.
Las autoridades han advertido sobre la posibilidad de que este fenómeno meteorológico se convierta en un ciclón tropical, intensificando aún más la situación de emergencia.
Entre las víctimas se encuentra un comisionado de la Policía que falleció en un acto de servicio mientras intentaba rescatar a personas en zonas inundadas.
Las otras víctimas son una joven estudiante de la comarca Ngabe Buglé, una niña de dos años arrastrada por un río mientras cruzaba junto a su madre y un hombre sorprendido por una crecida repentina.
El Sistema Nacional de Protección Civil (Sinaproc) ha emitido una alerta roja en las provincias de Bocas del Toro, Chiriquí, Veraguas, Herrera y Los Santos, las más afectadas por las lluvias. Estas zonas enfrentan una combinación de deslizamientos, inundaciones y colapso de puentes, lo que ha llevado a la habilitación de albergues temporales para las familias damnificadas.
Mientras tanto, el Instituto de Meteorología e Hidrología de Panamá ha advertido que se esperan fuertes lluvias y vientos durante los próximos días, debido a los efectos del Disturbio Tropical AL97. Las precipitaciones han alcanzado niveles máximos diarios de hasta 259 milímetros en algunas regiones, y los vientos, provenientes del sur y del Pacífico, registran ráfagas de hasta 60 kilómetros por hora.
El presidente de Panamá, José Raúl Mulino, expresó sus condolencias a través de redes sociales por el fallecimiento del comisionado de policía Isaac Cano, quien murió cumpliendo su deber. Asimismo, pidió a la población mantener la calma y seguir las recomendaciones de las autoridades para evitar más tragedias.
Las autoridades recomiendan evitar cruzar ríos crecidos, conducir con precaución y monitorear a personas vulnerables, como niños y adultos mayores. Además, los desfiles patrios programados en varias provincias han sido cancelados debido a las condiciones climáticas adversas.