Ministerio de Justicia avanza en la reglamentación del uso de la hoja de coca y amapola

En un desarrollo significativo en el ámbito de la política de drogas, el Ministerio de Justicia de Colombia ha hecho pública, este jueves, la propuesta de un nuevo decreto que tiene como objetivo reglamentar el uso de la hoja de coca y la amapola. Este documento, que está abierto a consultas y comentarios, abarca 28 páginas y se divide en nueve secciones. La reglamentación busca modificar el decreto 1069 de 2015, estableciendo un marco legal para que entidades públicas puedan realizar proyectos relacionados con estas plantas con fines industriales y científicos.

Según el borrador, las solicitudes para llevar a cabo estos proyectos tendrán un plazo de tramitación de 30 días. Las licencias necesarias dependerán de la duración de cada proyecto específico. El texto establece que “el Consejo Nacional de Estupefaciente expedirá la autorización de posesión de semillas a las entidades públicas que en el marco de sus competencias requieran realizar actividades con semillas de amapola y de coca para fines médicos, científicos de investigación e industriales.” Este enfoque permite un uso más estructurado de estos recursos vegetales, que han sido objeto de controversia en el país.

Uso de la hoja de coca y amapola en Colombia

El decreto también aborda la función de la Policía Nacional y otras entidades competentes, que tendrán la potestad de realizar inspecciones directas sobre la mercancía transportada y verificar la documentación correspondiente. Esta medida es crucial para asegurar que las actividades con la hoja de coca y amapola se lleven a cabo de manera legal y controlada.

Un aspecto notable de esta reglamentación es el reconocimiento de los conocimientos ancestrales de las comunidades indígenas en relación con el uso de estas plantas. El documento establece que “los usos ancestrales sobre la planta de coca ejercidos de manera individual o colectiva por parte de las comunidades indígenas o de sus miembros, quedan expresamente exceptuados de las autorizaciones y requerimientos.” Esta disposición es un paso importante hacia el respeto y la preservación de las prácticas culturales de estas comunidades, al mismo tiempo que les permite continuar utilizando estas plantas sin necesidad de trámites burocráticos.

Adicionalmente, el texto menciona el manejo del ADN de las plantas y el acceso a sus recursos genéticos. Para utilizar estos recursos, las entidades autorizadas deberán solicitar el permiso correspondiente ante el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, garantizando así una gestión responsable y sostenible de la biodiversidad del país.

En síntesis, la propuesta de reglamentación presentada por el Ministerio de Justicia marca un hito en la política sobre la hoja de coca y amapola en Colombia. Este decreto no solo busca un uso legal y controlado de estas plantas, sino que también refleja un reconocimiento del valor cultural y ancestral que tienen para las comunidades indígenas.

Además, al establecer procedimientos claros para la obtención de licencias, se espera facilitar la investigación y el desarrollo de usos industriales de estas plantas, lo que podría abrir nuevas oportunidades económicas. Sin embargo, la implementación efectiva de esta normativa requerirá un compromiso firme tanto de las instituciones gubernamentales como de las comunidades involucradas para asegurar que los beneficios se distribuyan equitativamente y se respete la diversidad cultural del país.