Líderes empresariales señalan que una mayor coordinación entre sector público y privado es clave para fortalecer sectores estratégicos y reactivar la economía
La reciente decisión del Banco de la República de reducir las tasas de interés en 50 puntos básicos ha recibido un respaldo cauteloso por parte de la Cámara Colombo Americana (AmCham) y la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (ANDI). Tanto María Claudia Lacouture, presidenta de AmCham Colombia, como Bruce Mac Master, presidente de la ANDI, reconocieron la importancia de esta medida en el contexto actual, aunque advirtieron que el ajuste no será suficiente para estimular plenamente la economía si no se fortalecen los sectores generadores de inversión y recursos fiscales.
Lacouture catalogó la medida del banco central como “un paso positivo, pero insuficiente” e insistió en la urgencia de que los sectores público y privado trabajen en sinergia para llevar a cabo proyectos concretos en áreas estratégicas como la manufactura, el comercio, el petróleo y la minería. «Es urgente coordinar proyectos concretos y viables entre el sector público y privado para impulsar el crecimiento en áreas estratégicas», afirmó.
Mac Master, por su parte, subrayó la importancia de una política monetaria prudente en el contexto de un sistema fiscal debilitado. «Así como en el pasado pedimos reducción en la tasa de interés, hoy debo decir que tiene razón la Junta del Banco de la República en actuar con cautela, especialmente ante el riesgo que trae el acto legislativo de modificación del Sistema General de Participaciones (SGP)», expresó, resaltando los desafíos fiscales que enfrenta el país.
En esta decisión de la Junta del Banco de la República, que se tomó con una mayoría que optó por una reducción moderada, se evaluaron factores como la baja en la inflación anual al 5,8% y las proyecciones que sitúan la inflación total para 2024 en 5,3%. Estas proyecciones, junto a la inflación estable en servicios, permiten vislumbrar un margen de control en los precios, aunque la meta del 3% para 2025 aún supone un desafío importante para la política monetaria.
La respuesta de AmCham y ANDI refleja la inquietud del sector empresarial frente a una recuperación que, según estos líderes, requiere más que ajustes monetarios; exige una alianza integral que incentive la inversión en sectores clave.
La cautela del Banco de la República, aunque prudente ante el contexto fiscal, debe ser complementada con políticas públicas y proyectos de inversión que impulsen el desarrollo sostenido y mitiguen el impacto de reformas como la del SGP en la estabilidad económica. El sector empresarial colombiano parece estar enviando una señal clara de que la cooperación interinstitucional será fundamental para evitar el estancamiento económico.