TEMA EDUCATIVO: PRUEBAS SABER 11° Y EL DERECHO A LA EDUCACIÓN SUPERIOR PUBLICA

La evaluación estandarizada es el mayor fracaso de la educación colombiana porque responde a unas políticas internacionales, establecidas desde el Banco Mundial y la Ocde, más no a la realidad de las instituciones educativas del país, con contextos o realidades y particularidades diversas, es descabellado pensar que, unas pruebas universales, estandarizadas y segregadora realizadas al final del ciclo escolar van a emitir juicios de valor efectivos, eficaces y eficientes, eso es más un evaluar para excluir. De igual forma, la dinámica de la prueba misma, es maratónica, pues dura alrededor de 8 horas y no tienen en cuenta los estilos y ritmos de aprendizaje, lo cual vulnera los derechos a una educación inclusiva, una formación ciudadana integral, los derechos de igualdad, equidad, educación, debido proceso, libre desarrollo de la personalidad, los principios de la buena fe, pluralismo, neurodiversidad. Un análisis jurídico empleando la sana crítica, permite inferir que las pruebas saber 11, vulneran y lesionan los principios constitucionales y derechos fundamentales consignados en los artículos 1,7,13, 23, 29, 67, 68 y 69 de la Constitución Política, la Ley General de Educación, el Decreto de Evaluación Escolar, el Decreto de Educación Inclusiva.
Este viernes 1 de noviembre de 2024, se publican los resultados de las Pruebas Saber 11°, día en que los estudiantes que egresan de la educación media, – el cual se encuentra dirigido a estudiantes que se encuentran finalizando el grado undécimo y también para quienes hayan obtenido el título de bachiller o hayan superado el examen de validación del bachillerato de conformidad con las regulaciones vigente como establece el Examen de Estado de la Educación Media, Saber 11° que aplica el Instituto Colombiano de Fomento a la Educación Superior-y por lo que estos resultados, determinan en muchos casos el éxito o fracaso de estos nuevos bachilleres para ingresar a la educación superior pública y más en el caso de la ciudad de Barranquilla que las únicas ofertas de esta educación la ofrecen la Universidad del Atlántico y la nueva Institución Universitaria de Barranquilla, que son pocas/escasas para todos los bachilleres que egresan de las instituciones educativas cada año y por lo cual se vuelven objeto de competencia para los estudiantes del departamento, la región Caribe y Colombia.
Esta evaluación es el punto de partida para que la mayoría de las universidades públicas escojan a los estudiantes de los diferentes programas, que ofertan sus diversas facultades, por lo que estamos convencidos que este tipo de evaluación estandarizada en vez de fomentar la educación pública, por el contrario la restringen o son un obstáculo, porque los estudiantes que no alcanzan a obtener un puntaje igual o superior a los 280 puntos, difícilmente pueden ingresar a la educación superior pública, tal como lo preceptúan el artículo 14° de la Ley 30 de 1992, y el artículo 7º de la Ley 1324 de 2009, la presentación del examen de Estado de la educación media Icfes Saber 11, es un requisito legal para poder ingresar a una institución de educación superior.
Para los anteriores efectos, el Icfes como entidad pública encargada de evaluar la educación del país en todos sus niveles, también se constituye en un instrumento estandarizado para la evaluación externa que hace parte de los instrumentos que conforman el Sistema Nacional de Evaluación con el objeto de lograr este propósito, fija anualmente un calendario para los exámenes que aplica, esto con el fin de garantizar que cada una de las etapas del proceso se lleven a cabo sin ocasionar contratiempos que puedan afectar la misión institucional, desde nuestro pensar este tipo de evaluación estandarizada es contraria, a los postulados del decreto 1290 de 2009 o sistema institucional de evaluación escolar,por el cual se reglamenta la evaluación del aprendizaje y promoción de los estudiantes de los niveles de educación básica y media. En especial el artículo tercero que establece: “los propósitos de la evaluación institucional de los estudiantes, entre los cuales se destacan:Identificar las características personales, intereses, ritmos de desarrollo y estilos de aprendizaje del estudiante para valorar sus avances; Proporcionar información básica para consolidar o reorientar los procesos educativos relacionados con el desarrollo integral del estudiante.
Es decir, que mientras en su ciclo escolar de la educación básica primaria, secundaria y media se le tienen en cuenta en la valoración sus características personales, intereses, ritmos de desarrollo y estilos de aprendizaje examen del estudiante para valorar sus avances”.
El Icfes a través de un examen estandarizado, en una única valoración de carácter homogéneo y estandarizado, en una jornada de maratónica de 8 horas, que no tiene en cuenta el gradiente de atención, las condiciones diversas establecidas en el decreto 1421 de 2017, ni los postulados establecidos en la Carta Magna de 1991 (arts.1,7, 13 y 16, 26, 29, 67, 68 y 69), de realizar una prueba única para todos los estudiantes de instituciones educativas de Colombia tanto de calendario A como calendario B, sinñ importar que estas son heterogéneas tanto desde los aspectos técnicos, epistemológicos, culturales,ñ económicos históricos, geográficos y regionales, desconociendo que somos un país de regiones, es una Evaluacion descontextualizada yñ poco pertinente. El Icfes debe asumir su verdadera vocación y función de fomentar la educación superior pública puesto que el 80 por ciento de los jóvenes que emergen de la educación media pertenecen a las clases menos favorecidas es presupuesto básico de la efectividad de otros derechos fundamentales, tales como la escogencia de una profesión u oficio, la igualdad de oportunidades en materia educativa y de realización personal y el libre desarrollo de la personalidad así como de la realización de distintos principios y valores constitucionalmente reconocidos, referentes a la participación ciudadana y democrática en la vida económica, política, administrativa y cultural de la Nación, al pluralismo, a la tolerancia, al respeto de la dignidad humana, a la convivencia ciudadana y a la paz nacional.
El derecho a la educación constituye un derecho fundamental, esencial e inherente a los seres humanos para su desarrollo integral y armónico dentro del respectivo entorno sociocultural, en tanto configura elemento significador de la persona y medio de acceso al conocimiento, a la ciencia, a la técnica y a los demás bienes y valores de la cultura.
De igual forma, se destaca, con fundamento en los parámetros constitucionales, que de su prestación son responsables tanto el Estado como la comunidad y la familia, en la forma de un servicio público en el que subyace una función social, el cual se encuentra sometido a la inspección y vigilancia estatal, con el propósito de asegurar sus propósitos fines, así como una óptima formación moral, intelectual y física de los educandos hacia el progreso y desarrollo humano (C.P., art. 67).
La educación por su naturaleza fundamental, es objeto de protección especial del Estado; de ahí que, que el papel del Icfes como institución de fomento a la educación debe cambiar este tipo de evaluación estandarizada e idearse o instituir mecanismos evaluativos que propendan por el trabajo en equipo o trabajo cooperativo puesto que en la sociedad actual se requiere de personas integras , que trabajen en equipo, con pensamiento crítico, autorregulen sus emociones y convivan pacíficamente, por lo tanto es negativo, seguir propendiendo por este tipo de evaluación estandarizada que busca la competencia, que segregan e impiden su efectividad.
Concluimos con las sabias palabras del Maestro Reinaldo Mora “Siguiendo a Martha Nussbaum en su obra, “La monarquía del miedo”, y adoptando sus presupuestos teóricos para el caso colombiano, debemos señalar que los tecnócratas del Icfes han instaurado un imperio de humillación con las pruebas estatales que semestre tras semestre las imponen a nuestra juventud. El resultado de “excelente” o “bajo” (malo), para este último, ultraja los sentimientos de los perdedores, quedando en ellos la sensación de sentirse malos, dando pie para pensar en la búsqueda de otros caminos, pues los caminos de la educación superior pública se les niega. En la actualidad aún campean esas pruebas con efectos perversos, humillantes que todos conocemos, y en especial para las clases más desfavorecidas. Esos señores del Icfes rompen y destrozan los destinos de nuestra juventud, ansiosa por la savia de la educación”.
Por lo anterior, proponemos el siguiente concepto de evaluación como un acto de confianza y no un juicio de valor, sobre los aprendizajes de unos saberes descontextualizados. Nuestro estudiante corriente ignora las complicaciones de la maquinaria de las prácticas evaluativas de este sistema educativo instrumental. La Evaluación reside precisamente en la dialéctica de la confianza profesor-estudiante. La Evaluación es el arte de gestionar sentimientos, emociones, intereses y posibilidades para formar buenos ciudadanos. Si la Evaluación desde sus prácticas no consigue alcanzar este fin, es la degeneración de lo formativo. Veo un peligro en el actual sistema evaluativo, no solo en el poder de generar competencias, sino en la tecnocracia del mérito de las pruebas estatales, que avasallan a los otros”
Colofón:1. Para los estudiantes de la Institución Educativa Distrital El Cañahuate que presentaron las pruebas saber 11 el día 13 de agosto del año en curso, éxitos en su vida como egresados, recuerden ustedes no son un simple número que les otorga una calificación del examen saber 11. Ustedes son personas íntegras y dignas, con un sentido humano ejemplar, que luchan día a día para ser mejores seres humanos y sin importar el resultado obtenido, nunca dejen de luchar por sus sueños. Este ejercicio hace parte de los Talleres de Lectura y Escritura que se promueven en los estudiantes del Doctorado en Ciencias de la Educación de la Universidad del Atlántico-Rudecolombia.