La reforma busca transformar el sistema de salud en Colombia, priorizando el fortalecimiento de la atención primaria y el flujo directo de recursos hacia las entidades de salud.
Este martes 29 de octubre, en un paso clave para la reforma al sistema de salud, la Comisión Séptima de la Cámara de Representantes recibió oficialmente la ponencia del proyecto de ley que pretende modificar profundamente el sistema de salud en Colombia. La ponencia, compuesta por 526 páginas y detallada en 58 artículos, aborda temas de gran relevancia, como el fortalecimiento de la atención primaria en salud, el respaldo a los hospitales públicos, la dignificación de los trabajadores del sector y el mejoramiento del flujo de recursos mediante la implementación del mecanismo del giro directo desde la Administradora de los Recursos del Sistema General de Seguridad Social en Salud (Adres) hacia las entidades receptoras de servicios.
La propuesta fue respaldada y radicada por un grupo diverso de representantes, reflejando la intención multipartidista detrás de la reforma. Las firmas que avalan el documento están encabezadas por María Eugenia Lopera Monsalve, representante a la Cámara por Antioquia y miembro del Partido Liberal. También firman Jorge Alexander Quevedo del Partido Conservador, quien representa a Guaviare; Camila Esteban Ávila Morales del Partido de la U, representante por Vaupés; y Alfredo Mondragón de la Coalición Pacto Histórico, representante por Valle del Cauca.
A estos representantes se suman otras voces del Congreso comprometidas con los objetivos de esta ambiciosa reforma. Juan Camilo Londoño, del Partido Verde y representante por Antioquia; Karen Juliana López Salazar, representante CITREP No. 16, y Germán José Gómez López, del Partido Comunes, quien representa al Atlántico, también estamparon su firma en el proyecto. Este respaldo multipartidista se percibe como un esfuerzo concertado para lograr que el proyecto se discuta y avance hacia su eventual aprobación, con miras a introducir cambios sustanciales en el sistema de salud colombiano.
La reforma, a la que algunos llaman Salud 2.0, intenta no solo modernizar el sistema sino también dignificar a los trabajadores de la salud, quienes durante años han solicitado mejoras en sus condiciones laborales y en el acceso a recursos suficientes para ofrecer una atención de calidad. En palabras de Lopera Monsalve, esta propuesta tiene como fin último «darle un giro profundo al sistema, permitiendo que los recursos lleguen de forma rápida y eficiente a quienes más lo necesitan». Uno de los aspectos más resaltantes es el mecanismo de giro directo, el cual posibilitará que la Adres envíe recursos de manera inmediata a los hospitales y centros de salud, evitando trámites que históricamente han retrasado la prestación de servicios y perjudicado a los pacientes.
La reforma también busca ampliar la cobertura de atención primaria en salud, mejorando el acceso a servicios preventivos y reduciendo así las enfermedades que requieren tratamientos más complejos y costosos. De acuerdo con Camila Esteban Ávila, representante por Vaupés, el fortalecimiento de la atención primaria no solo beneficiará a los usuarios del sistema, sino que también «aliviará la carga sobre los hospitales públicos, que muchas veces se ven abrumados por una demanda que supera sus capacidades».
Con esta iniciativa, el Gobierno busca afrontar uno de los principales desafíos del país: el acceso desigual a la salud, especialmente en zonas rurales y de difícil acceso. Para muchos sectores de la sociedad colombiana, la reforma representa una oportunidad de cerrar la brecha existente y establecer un sistema que funcione de manera más equitativa.
En conclusión, la radicación de esta ponencia marca el inicio de un debate trascendental en el Congreso, donde distintos sectores y partidos tendrán la oportunidad de opinar y proponer ajustes. Sin embargo, el consenso no será fácil de lograr, ya que persisten dudas y oposiciones en torno a algunos puntos de la reforma. Esta propuesta se enfrenta al reto de lograr un equilibrio entre innovación y viabilidad operativa, con la expectativa de que, si es aprobada, pueda efectivamente fortalecer el sistema de salud colombiano y satisfacer las necesidades de una población diversa y extensa. Se espera que en las próximas semanas se dé inicio a una serie de discusiones en torno al proyecto, donde cada artículo será analizado detalladamente para garantizar que este plan sea verdaderamente transformador y viable.