Luis Fernando Velasco cuestiona el liderazgo de César Gaviria y aboga por la democratización del Partido Liberal

Luis Fernando Velasco, exministro del Interior.

Este 31 de octubre, Cartagena es el escenario de una convención crucial para el Partido Liberal Colombiano, donde se debatirá su futuro y la posibilidad de un cambio en su dirección. Sin embargo, la reunión ha desatado polémicas y tensiones, especialmente por las reglas de elección impuestas por César Gaviria, actual presidente del partido. Varios actores políticos han manifestado su desacuerdo con estos lineamientos, entre ellos Luis Fernando Velasco, exministro del Interior y miembro destacado de la colectividad, quien sostuvo en una entrevista con un informativo local que el “liderazgo prolongado de Gaviria alejó al Partido Liberal de su esencia”.

Velasco afirmó que el propósito de esta convención es abrir el diálogo y democratizar la toma de decisiones en el partido. “Buscamos que las decisiones no las siga tomando únicamente el director del partido. Queremos que esta convención defina el futuro del partido, no con una decisión unilateral, sino con una consulta a todos los liberales, para que el pueblo liberal decida el rumbo. Eso sería lo más democrático. Queremos una dirección colegiada y plural que represente todas las visiones dentro del partido”, declaró.

Para el exministro, la situación actual del partido es producto de un liderazgo que ha permanecido en la misma familia por casi dos décadas. César Gaviria y su hijo han estado al frente del partido de manera sucesiva desde 2005, algo que Velasco compara con una especie de dinastía. “Desde el 2005 la dirección del partido ha estado en manos de la familia Gaviria. Primero, el padre toma la dirección del partido. Luego, se la entrega al hijo, y después el hijo se la devuelve al padre. Es algo que solo se ve en lugares como Corea del Norte, y eso no está bien”, sentenció el exministro, subrayando la necesidad de una conducción más inclusiva y representativa de los intereses de las bases.

Velasco también expresó que este control monopólico ha generado falta de pluralismo y debilitado la representatividad del partido. Recordó que el Partido Liberal, que en su momento llegó a tener 70 senadores, hoy cuenta con solo 13, un descenso que él atribuye al enfoque centralizado en la dirección del partido. «No es positivo que un partido sea manejado por una sola familia durante veinte años. Este es un partido de la región, un partido en el que deben expresarse los liderazgos populares. Siento que el partido ha venido retrocediendo», agregó.

Una de las mayores preocupaciones de Velasco es la “pérdida de identidad ideológica” que el partido ha experimentado en los últimos años, alejándose de sus raíces socialdemócratas y apoyando, en algunos casos, políticas de la extrema derecha. “No es coherente que un partido con esa misión socialdemócrata termine aliado con partidos de derecha. Esa es nuestra lucha en esta convención: que las decisiones no las tome una sola persona, sino que se democratice y que la voz del pueblo liberal sea escuchada en su totalidad”, destacó.

Ante las críticas sobre una posible alianza del partido con el presidente Gustavo Petro en caso de que él llegue a asumir el liderazgo, Velasco fue enfático en aclarar que no busca entregarle el poder a una persona en particular. “No tengo inconveniente en no aspirar si eso puede causar resquemores, pero lo que realmente importa aquí es que logremos una dirección colegiada en la que todos los sectores estén representados. No se trata de entregar el partido a alguien en particular, sino que el liberalismo sea decidido por sus bases y no en un pequeño círculo de poder”, explicó.

La convención en Cartagena, señaló Velasco, representa una oportunidad histórica para el partido, que en sus inicios defendió con fuerza los derechos de campesinos, obreros y sectores populares. “Durante décadas, el Partido Liberal ha defendido los derechos de campesinos, obreros y sectores populares, enfrentándose a los poderosos y abanderando reformas progresistas, como lo hizo con la Constitución del 91; sin embargo, en los últimos años el partido se ha alejado de su esencia bajo un liderazgo prolongado y antidemocrático de la familia Gaviria. Creo firmemente que esta convención debe centrarse en democratizar el partido y devolverlo a sus raíces, permitiendo que los liderazgos populares se expresen y se reconecten con la gente”, concluyó.

Así las cosas, las reflexiones de Luis Fernando Velasco apuntan a una crisis de identidad en el Partido Liberal, que enfrenta el desafío de recuperar sus raíces sociales y progresistas. Esta convención en Cartagena podría ser el espacio donde las bases liberales retomen el control y redirijan al partido hacia su esencia histórica. El debate entre centralización y pluralidad es fundamental en esta etapa, y la apertura a una dirección colegiada parece esencial para que el Partido Liberal recupere su conexión con la ciudadanía y los principios que lo fundaron.