*El samario pese a las adversidades siempre sale adelante.
Redacción: César Aguilar Páez.
La vida es muy parecida a un partido fútbol, en donde a pesar que no todos tienen el mismo tiempo para estar dentro de la cancha, presenta momentos de altos y bajos donde cada jugador tiene la oportunidad de aprovechar su momento y eso es lo que ha demostrado en su trasegar Hiyer Charris Cotes, un samario de 59 años que, pese a los obstáculos, se ha convertido en ejemplo para personas de su generación y más aún para los jóvenes.
Su sueño era ser futbolista y desde bien temprano comenzó a perseguirlo jugando la pelota en la Escuela de Fútbol Adolfo Jaramillo, en donde fue mostrando su calidad, hasta el punto de llegar a las inferiores del Unión Magdalena, donde alcanzó a disputar varios partidos.
Charris Cotes, también es un apasionado por los estudios y desde muy niño se interesó por aprender situación que lo llevó en su juventud a trasladarse a la ciudad de Barranquilla en donde emprendió sus conocimientos en administración de empresa para luego viajar a Venezuela en dónde puso en práctica sus aprendizajes en la empresa de su señor padre en el hermano país de Venezuela, dónde cabe resaltar que también mostró sus dotes de deportistas hasta el punto de obtener la distinción de Cinturon en taekwondo.
El gusto por el fútbol era interminable y por eso en 1994 volvió a tener contacto con Adolfo Jaramillo, que ya en ese entonces era el presidente de la Liga de Fútbol del Magdalena, quién lo nombró como director técnico y posteriormente como vocal (directivo), lo cual le permitió recorrer diferentes partes del país y darle la oportunidad a nuevos talentos de la época.
Cuando todo parecía que iba por buen camino, la vida le colocaría un obstáculo el cual lo marcaría y le dejaría nuevos aprendizajes de allí en adelante. El 14 de marzo de 1994 Hiyer viajaba con la delegación de la Liga de Fútbol del Magdalena en la carretera a Palomino, La Guajira dónde el vehículo en el cual se transportaba sufrió un grave accidente donde fue el que llevó la peor parte perdiendo sus dos piernas y prácticamente dejándolo fuera del fútbol por un largo tiempo en donde tuvo una larga recuperación en lo mental dónde se dedicó a estudiar sistema, lo cual le permitió posteriormente ir a valledupar donde estuvo 5 años trabajando con la comunidad. Ya cumpliendo este ciclo decidió venir a Barranquilla dónde era esperado por su madre la cual sería un bálsamo desde lo emocional y en la capital del Atlántico encontró trabajo como guía de Transmetro, donde se ganó el cariño de todos por su manera de afrontar el día a día en el trabajo con su silla de ruedas en dónde siempre ha mostrado agradecimiento al alcalde Alex Char, al cual le pide ahora que le permita volver a cumplir sus funciones en la empresa de transporte masivo más importante de la ciudad.
En la actualidad Hiyer Enrique Charris Cotes, vive la vida de manera entusiasta transmite energía positiva a los demás y no suelta el fútbol e inclusive se dedica a entrenar en el equipo de fútbol Los Charris el cual muestra todo su potencial cada fin de semana en el barrio La Central de Soledad bajo el mando técnico de un ser humano que pese a las adversidades siempre ha logrado gambetear las adversidades y logra salir adelante.