Por: Jorge Vergara Carbó.
Vuelve y juega, como se dice en el argot beisbolero que en estos días se disputa la serie mundial entre Yankees y Dodgers. Vuelve el alcalde Alex Char con su concejo que le aprueba todo sin debatir nada, a gravar más a la industria y el comercio, a pesar de que en el mes de diciembre al alcalde Jaime Pumarejo le aprobaron el aumento del impuesto al sector financiero y al alumbrado público, generando a partir de enero de este año ingresos anuales adicionales de alrededor de $100.000 millones.
Ahora pretenden, bajo la excusa de corregir errores por haberle aumentado exageradamente el impuesto a los fondos de empleados y cooperativas, aumentarle al sector productivo y comercial los impuestos, sin antes aclararle a los barranquilleros qué ha pasado en los años que llevan manejando la ciudad con el impuesto de delineamiento urbano, el pago detallado de cada una de las Olímpicas, farmacias y grandes superficies de comercio con el pago del impuesto predial y el del ICA, e igualmente expliquen por qué no han cobrado la plusvalía a los señores de Argos, como al resto de dueños de la tierra y urbanizadores que se enriquecieron con el cambio del uso del suelo y con las obras de infraestructura que se han realizado con la plata de los barranquilleros y de la Nación.
Cuentas claras, alcalde y concejales, antes de seguir gravando más a los barranquilleros, que ya no soportan más carga tributaria. Sería bueno que la alcaldía publique detalladamente cuánto pagan cada una de las Olímpicas, SAO, Éxito y otras, por predial e ICA, al igual que cuál fue el monto de inversión de cada proyecto urbanizado y cuál el monto del impuesto que pagó cada uno por concepto de delineamiento urbano, y cuánto debería haber pagado Argos y grandes propietarios de tierra y urbanizadores por la plusvalía.
Señores concejales, señor Contralor y Personero Distrital, ustedes no pueden pasar de agache en este debate. Su responsabilidad está establecida en la Constitución y en las leyes; basta ya de tanta desidia. Igual llamado le hacemos a la PGN y FGN, que tomen cartas en el asunto y se decidan a investigar a fondo las falencias en el recaudo de los impuestos y lo recibido, incluyendo los recursos de la Nación en qué se lo han gastado.
En enero de este año, señores concejales, le aprobaron ustedes un sobreendeudamiento por $3 billones al Distrito, a sabiendas de que la ciudad no cumplía con lo establecido en la Ley 358/97 en el año 2022, y menos en el de 2023, cuya sostenibilidad (SD/IC) financiera pasó del 151% al 161%, según los informes de Viabilidad Financiera de la DAF, cuando la ley dice que debe ser del 60%. Por ello, a junio de este año, el sector financiero no le ha prestado un solo peso al Distrito de Barranquilla, porque ellos saben que la ciudad no tiene capacidad de pago por estar sobreendeudada. Su deuda financiera a diciembre de 2023 era de $2.9 billones, que al sumarle la de vigencias futuras $800.000 millones, significa $3.7 billones, la segunda más alta de Colombia.
Ese acuerdo de endeudamiento, desde el principio estaba viciado, pero a pesar de habérselo advertido a los concejales, lo aprobaron sin titubear, dándole además facultades al alcalde para reorganizar la administración distrital. Lo mismo hicieron al aprobar el plan de desarrollo “A Otro Nivel” a pesar de saber que estaba completamente desfinanciado.
Cuentas claras, señores,
Washington, octubre 28 de 2024.