El gobierno de Panamá ha establecido nuevas medidas para regular el flujo migratorio irregular en su frontera con Colombia, con multas que oscilan entre mil y cinco mil dólares a extranjeros que ingresen al país sin pasar por los controles oficiales. Esta iniciativa, implementada mediante el Decreto Ejecutivo 194 y publicada el pasado 25 de octubre, busca hacer frente al incremento alarmante de migrantes que cruzan la selva del Darién, un paso peligroso que conecta ambos países.
El decreto no solo establece sanciones monetarias sino que también tomará en cuenta la situación de vulnerabilidad de cada migrante antes de aplicar la multa. Según la normativa, ingresar sin autorización representa una «clara violación» a los puestos de control migratorio habilitados, lo que constituye una infracción administrativa.
Para quienes ingresen de manera irregular y no puedan cubrir la sanción, el decreto aclara que no podrán salir del país hasta que paguen la multa. En caso de carecer de los recursos necesarios, se procederá con su deportación según las leyes de migración vigentes en Panamá.
Esta medida surge en un contexto de creciente tensión en la frontera, donde miles de migrantes se ven forzados a cruzar la inhóspita selva del Darién, desafiando condiciones extremas en busca de mejores oportunidades en el norte del continente.