Impacto del paro minero y campesino: Se elevan precios de alimentos en Granabastos, consumidores optan por alternativas económicas

En medio del paro minero y campesino que afecta a departamentos como Antioquia, Córdoba, Santander, Cundinamarca y Boyacá, la Gran Central de Abastos del Caribe (Granabastos) informó sobre el impacto que estos eventos han tenido en el costo de algunos productos alimenticios. Leonardo Mulford, gerente de Mercadeo de la Central, confirmó que «a pesar del contexto de movilizaciones, este viernes ingresaron 980 toneladas de alimentos», lo que ha mantenido la estabilidad en el flujo de mercancías. Sin embargo, los bloqueos en ciertas carreteras han obligado a desviar las rutas de transporte, resultando en un aumento de los costos de flete que, en última instancia, repercuten en el precio final de los alimentos.

Este ajuste de precios ha sido más evidente en productos como la cebolla junca, cuyo costo ha incrementado en un 67% al pasar de 67 mil pesos por 32 kilos a 112 mil pesos. Otros alimentos afectados incluyen la mora con un aumento del 39%, el tomate y el corozo con un 20%, mientras que la yuca ha subido un 16% y el ají topito de Ocaña ha registrado un alza del 11%. Otros incrementos incluyen el pimentón verde del Valle del Cauca y la guayaba, ambos con un 11%, la cebolla blanca con un 8% y la manzana roja con un 6%.

Mulford también indicó que, pese al incremento en los precios de ciertos alimentos, la afluencia diaria de compradores en Granabastos, que alcanza aproximadamente seis mil personas, se ha mantenido constante. Sin embargo, muchos consumidores han optado por ajustar sus hábitos de compra debido a los precios elevados. «El número de compradores no ha decrecido. La afluencia de compradores es muy pareja», aseguró Mulford, quien también observó un cambio en los productos adquiridos, ya que los consumidores están priorizando aquellos de temporada. Al respecto, Mulford señaló que “ese tipo de alimentos que están más costosos como la yuca, la papa, se compran en menor cantidad y la gente lo está sustituyendo por otros productos, por ejemplo, en esta temporada, el plátano, está en cosecha, es decir, ya no comen papitas fritas sino patacón”.

Asimismo, se observa una tendencia de consumo más racional, ya que los compradores optan por productos en cosecha para evitar los altos costos de alimentos afectados por el encarecimiento del transporte. Entre los alimentos que han visto una baja en sus precios se encuentran la berenjena, el brócoli, la naranja tangelo nacional y la piña perolera.

Para el cierre, cabe resaltar que este fenómeno de incremento de precios no solo pone en evidencia el impacto de los paros sobre la economía familiar, sino también las habilidades de adaptación del consumidor, quien se ve forzado a priorizar productos en cosecha para mitigar los efectos de la inflación. La capacidad de adaptación y el cambio en los hábitos de consumo muestran una estrategia de la ciudadanía para enfrentar las dificultades económicas, una medida que también podría ser aprovechada en futuras temporadas de paro o dificultades de transporte en el país.