En un escalofriante desarrollo de la tensión en Oriente Medio, se reportaron fuertes explosiones en Teherán, luego de que Israel anunciara el inicio de ataques precisos contra instalaciones militares en Irán. Este anuncio se produce tras un periodo de hostilidades en el que el régimen iraní lanzó más de 180 misiles hacia Israel el pasado 1 de octubre.
Daniel Hagari, portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel, confirmó que estos ataques son una respuesta a meses de agresiones continuas por parte del régimen iraní, que han incluido ataques directos desde suelo iraní. «Tenemos el derecho y el deber de responder a estas provocaciones», afirmó Hagari en un comunicado.
La escalada de la violencia se intensificó tras el asesinato de Hasán Nasrallah, líder de Hizbulá, en un ataque israelí en Beirut, lo que llevó a Irán a lanzar su propio ataque a gran escala. Hagari subrayó que el régimen y sus aliados han estado atacando a Israel desde el 7 de octubre en múltiples frentes.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, supervisó las operaciones desde la base militar de Kyria y reafirmó su compromiso de castigar a los agentes iraníes responsables de intentos de asesinato en su contra. El ministro de Defensa, Yoav Gallant, también había anticipado la inminencia de los ataques a Irán.
Medios iraníes han informado sobre la ocurrencia de explosiones, lo que indica una creciente inestabilidad en la región. Este conflicto se enmarca en un contexto más amplio de tensiones regionales y la influencia de grupos armados respaldados por Irán, como Hamás y Hizbulá.
La situación continúa evolucionando, y el mundo observa de cerca el desenlace de estos acontecimientos, que amenazan con expandir aún más el conflicto en Oriente Medio.












