Se deroga la resolución que delimitaba el páramo del Almorzadero y se establecen nuevos puntos de negociación.
En un avance significativo en el marco del paro agrario que ha movilizado a los campesinos parameros en Santander, las autoridades y representantes del sector lograron un preacuerdo durante la mesa de negociación, lo que llevó a la suspensión temporal de la reunión para continuar en próximas horas. Este acuerdo inicial se da en el contexto de un diálogo que ha estado marcado por tensiones y expectativas en torno a la gestión ambiental y los derechos de las comunidades.
Uno de los puntos centrales del preacuerdo es la derogatoria de la resolución 152 de 2018, que establecía la delimitación del páramo del Almorzadero. Esta resolución había generado descontento entre los campesinos y residentes de las áreas afectadas, quienes consideraban que la delimitación, basada en la Sentencia T 041 de 2019, no tomaba en cuenta sus realidades y necesidades. La viceministra de Ambiente, Tatiana Roa, resaltó que el diálogo se caracterizó por ser “franco y honesto”, aunque también reconoció que hubo momentos de tensión, especialmente cuando un vocero campesino mencionó la posibilidad de bloquear más carreteras.
A pesar de estos momentos de conflicto, se logró un punto de entendimiento que permitió avanzar en las negociaciones. Durante una hora, se acordó que los vehículos en los puntos de bloqueo, específicamente en el sector Curos (vía Bucaramanga – San Gil) y en el corregimiento Berlín (vía Bucaramanga – Cúcuta), pudieran circular. Esto facilitó la descongestión temporal de las vías, aunque el ambiente sigue siendo tenso y se requiere un seguimiento cuidadoso de los acuerdos.
El defensor del Pueblo, Rodrigo González, destacó que, a pesar de ser jornadas agotadoras, ha sido posible sentar a las partes involucradas y comenzar a definir puntos de entendimiento que serán cruciales para avanzar en la resolución del conflicto. No obstante, la derogatoria de la resolución 152 deberá ser notificada a todas las entidades competentes, tanto a nivel nacional como departamental, para que su implementación sea efectiva y cumpla con los compromisos adquiridos.
Entre los puntos que aún quedan pendientes de discusión se encuentran la resolución que delimita el páramo de Santurbán y las jurisdicciones en Santander, así como el páramo Sierra Nevada del Cocuy. La comunidad espera que estos temas sean abordados con la misma seriedad y atención que se han otorgado a la situación del Almorzadero, pues la seguridad y el desarrollo sostenible de estas regiones dependen de soluciones inclusivas y efectivas.
La continuación de estas conversaciones es fundamental no solo para resolver los desacuerdos actuales, sino también para construir un futuro donde las necesidades de las comunidades campesinas sean consideradas y respetadas. Este preacuerdo podría ser un paso hacia un diálogo más amplio y constructivo que integre las diversas voces y preocupaciones de las poblaciones que habitan estos ecosistemas vitales.