La situación fue controlada por las autoridades tras un intento de fuga y disturbios durante la inspección a 92 reclusos.
En las últimas horas, la cárcel La Vega de Sincelejo se vio envuelta en un amotinamiento que dejó a la comunidad en estado de alerta. El incidente ocurrió en el pabellón 2 durante una requisa llevada a cabo por miembros del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec), que tenía como objetivo inspeccionar a 92 internos. El proceso de control se tornó tenso cuando algunos reclusos intentaron interrumpir la inspección, desencadenando un enfrentamiento con el personal de seguridad.
En medio del desorden, dos internos intentaron huir trepando uno de los muros de la penitenciaría. Sin embargo, la acción fue frustrada por un dragoneante, quien disparó al aire para disuadir a los fugitivos. Ante la emergencia, se solicitó la intervención de la Policía del departamento de Sucre, que activó un operativo en las áreas circundantes al centro penitenciario. Un destacamento de patrulleros en motocicletas estableció un cerco humano alrededor de la cárcel para evitar una fuga masiva.
El Inpec emitió un comunicado en el que se confirmó que la situación fue controlada gracias a la actuación tanto del personal de custodia al interior de la prisión como del apoyo externo proporcionado por la Policía Nacional. Durante la requisa, se incautaron sustancias estupefacientes y varios teléfonos celulares, que fueron decomisados en el proceso.
Tres reclusos fueron identificados como instigadores de los disturbios: José Miguel Padilla Angarita, Eduardo José Escobar y Khan Carlos Pérez Terán. La intervención de las autoridades locales también se hizo presente, con el alcalde de Sincelejo, Yahir Acuña, ofreciendo un parte de tranquilidad a la ciudadanía.
“La situación está controlada por parte de la institucionalidad. Se realizó un conteo completo de reclusos, sin faltantes, y todo ha vuelto a la normalidad”, aseguró Acuña. El alcalde detalló que en el patio donde ocurrieron los altercados se llevó a cabo el conteo de internos en tres ocasiones para confirmar que no hubo escapes. Según el Inpec, actualmente hay 574 reclusos en la cárcel La Vega, cifra que coincide con el total de internos al momento de los incidentes.
A pesar de que el Inpec ha afirmado que la situación se encuentra bajo control, las autoridades seguirán realizando un seguimiento constante para prevenir futuros incidentes en el establecimiento penitenciario.
Este amotinamiento pone sobre la mesa los desafíos persistentes en el sistema penitenciario colombiano, donde la seguridad y el control de los internos continúan siendo problemáticos. A pesar de los esfuerzos por parte de las autoridades para mantener la seguridad y el orden, situaciones como estas ponen de manifiesto la necesidad de reformas que aborden no solo el control interno, sino también las condiciones de vida en las cárceles, que a menudo fomentan el descontento entre los reclusos.