Amenazas a la biodiversidad en el Macizo Colombiano: Defensoría del Pueblo presenta informes preocupantes en la COP16

Defensoría del Pueblo en la COP16.

En el marco de la Cumbre de Biodiversidad COP16, la Defensoría del Pueblo ha emitido dos documentos que resaltan los graves peligros que acechan a los ecosistemas estratégicos de Colombia, con un enfoque particular en el Macizo Colombiano. Esta región, que abarca parte de los departamentos de Cauca, Caquetá, Huila, Nariño, Tolima, Putumayo y Valle del Cauca, es vital para la biodiversidad nacional, ya que alberga los biomas Andino, Amazónico y Pacífico.

La Defensora del Pueblo, Iris Marín Ortiz, subrayó que la COP16 representa una valiosa oportunidad para dar visibilidad a la situación de la biodiversidad en el país y los retos que enfrenta. “Es un momento propicio para implementar estrategias efectivas de conservación”, afirmó Marín Ortiz. Los informes de la Defensoría ponen de manifiesto el deterioro en la capacidad de los ecosistemas para ofrecer beneficios esenciales a la vida humana, lo que podría tener consecuencias graves en el futuro.

Entre las principales amenazas que se han identificado, destacan la minería—tanto legal como ilegal—la expansión de cultivos de uso ilícito y la deforestación. Estas actividades no solo contaminan los recursos hídricos, sino que también destruyen ecosistemas fundamentales, poniendo en riesgo tanto la flora como la fauna, así como las comunidades que dependen de estos recursos, debido a la falta de control institucional.

En cuanto al estado del Macizo Colombiano, los informes revelan que 75 áreas clave de biodiversidad están actualmente bajo concesiones mineras. La expansión de la agricultura intensiva y la deforestación están modificando los ciclos ecológicos, lo que impacta negativamente en la calidad del agua y del suelo, generando un efecto adverso en la biodiversidad de la región.

La Defensoría ha hecho un llamado urgente a las autoridades gubernamentales para que implementen planes de restauración ecológica y aborden las vulnerabilidades que crean estos escenarios de riesgo. En su intervención, la Defensora presentó 50 recomendaciones que van desde la restauración ecológica hasta la creación de un régimen ambiental de uso del suelo.

Asimismo, se destacó la importancia de proteger a las personas defensoras de derechos humanos y a los líderes ambientales, quienes desempeñan un papel crucial en la conservación de la biodiversidad en Colombia. La defensa de estos individuos es fundamental no solo para la protección de los ecosistemas, sino también para garantizar la seguridad de quienes trabajan incansablemente en la lucha por un futuro sostenible.

En conclusión, la situación del Macizo Colombiano es un reflejo de la tensión entre desarrollo económico y conservación ambiental. La Defensoría del Pueblo hace un llamado a la acción inmediata, instando a las autoridades a priorizar la protección de la biodiversidad, que es esencial para el bienestar humano y el equilibrio de los ecosistemas en Colombia. La COP16 ofrece un escenario crucial para que las voces de los defensores del medio ambiente sean escuchadas y se tomen medidas concretas para mitigar los riesgos que amenazan nuestro patrimonio natural.