TEMA EDUCATIVO: CURRÍCULO E INFLUENCIA PATERNAL EN EL DESARROLLO EDUCATIVO

POR: MARIANA CASTILLA CARIMA

La influencia paternal ha sido objeto de estudio en el currículo escolar desde diversas disciplinas, especialmente en psicología y educación, debido a su papel fundamental en el desarrollo integral del progenie, abarcando aspectos emocionales , cognitivos y sociales que impactan directamente en el rendimiento y la motivación educativa de los niños. Estudios de la Unam han demostrado que la involucración de los padres en la vida educativa de sus hijos está relacionada con un aumento significativo en la autoestima y confianza, mejores resultados académicos, desarrollo de habilidades sociales y emocionales, mayor motivación y interés en el aprendizaje, y una mejor comunicación y relación padre-hijo, fomentando valores y principios éticos, reduce el estrés y ansiedad, y aumenta la probabilidad de éxito en la vida futura.
Según las teorías de Erik Erikson y Albert Bandura, el desarrollo de la identidad y el aprendizaje social en los individuos están profundamente influenciados por la figura paterna. La Teoría de Identidad de Erikson sostiene que la identidad se forma a través de ocho etapas del desarrollo, desde la confianza vs. desconfianza hasta la integridad vs. desesperanza, donde el padre juega un papel crucial proporcionando seguridad, fomentando la independencia, guiando y apoyando, enseñando habilidades y valores, modelando relaciones saludables y transmitiendo su legado. Por otro lado, la Teoría de Aprendizaje Social de Bandura afirma que los individuos aprenden mediante la observación y imitación de modelos, siendo el padre un modelo clave que demuestra comportamientos y valores, refuerza conductas positivas, proporciona retroalimentación constructiva y modela relaciones saludables.
El Impacto de la Ausencia Paterna en la Formación
La ausencia paterna durante la formación de los hijos puede tener consecuencias devastadoras en su desarrollo integral, afectando negativamente su rendimiento académico, estabilidad emocional y habilidades sociales. Según Unicef, en 2019, aproximadamente 230 millones de niños menores de 18 años vivían sin uno de sus padres, mientras que la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que el 14% de los niños menores de 15 años habían perdido a uno de sus padres. En América Latina, el 25% de los hogares están encabezados por una madre sola, y en Estados Unidos, el 24% de los niños menores de 18 años viven con una madre sola. Esta situación puede tener graves consecuencias en los hijos, incluyendo un 50% más de probabilidades de caer en la pobreza, un 25% más de probabilidades de repetir cursos, mayor riesgo de depresión, ansiedad y problemas de salud mental, y mayor probabilidad de involucrarse en conductas delictivas y drogadicción. La falta de guía y apoyo paterno puede generar sentimientos de abandono y rechazo, baja autoestima y confianza, ansiedad , estrés, y dificultades en la formación de relaciones interpersonales saludables.
Estos infantes pueden experimentar mayor probabilidad de repetir cursos o abandonar la escuela, involucrarse en conductas problemáticas y delictivas, y enfrentar dificultades en la formación de relaciones estables y saludables en la vida adulta afectando de misma forma a la capacidad de los hijos para desarrollar habilidades sociales y emocionales esenciales, como la resolución de conflictos, la toma de decisiones y la empatía. Se requieren soluciones integrales que incluyan programas de mentoría, apoyo emocional y psicológico, educación y capacitación para madres solas y cuidadores principales, redes de apoyo comunitarias y políticas públicas que promuevan la igualdad de oportunidades. Es fundamental reconocer la diversidad de familias monoparentales, abordar las causas subyacentes de la ausencia paterna, como la pobreza y la violencia, y fomentar la participación activa de los padres en la educación y crianza de los hijos. Además, es crucial reflexionar sobre cómo crear un entorno que apoye a las familias monoparentales, el papel de las comunidades y organizaciones en la prevención de la ausencia paterna y cómo garantizar acceso a oportunidades educativas y económicas para los niños sin padre.
Esto implica preguntarse: ¿Cómo podemos crear un entorno que apoye a las familias monoparentales?, ¿Qué papel pueden jugar las comunidades y organizaciones en la prevención de la ausencia paterna?, y ¿Cómo podemos garantizar que los niños sin padre tengan acceso a oportunidades educativas y económicas? Al abordar estas preguntas, podemos promover una solución más efectiva y humana para este problema complejo. Este ejercicio hace parte de los Talleres de Lectura y Escritura en los Procesos Curriculares con los estudiantes de licenciatura en ciencias sociales de la Universidad del Atlántico (II-2024).