Colombia enfrenta una «fatiga tributaria» tras tres décadas de reformas fiscales: Anif

Asamblea general de Anif, José Ignacio López.

En el contexto de la reciente asamblea general de la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (Anif), su presidente, José Ignacio López, lanzó una advertencia contundente: Colombia atraviesa una “fatiga tributaria”. Este término hace referencia al agotamiento de las fuentes de recaudación fiscal, un fenómeno que ha sido provocado por la implementación de más de veinte reformas tributarias en las últimas tres décadas.

El impacto de estas constantes reformas se siente tanto en los contribuyentes individuales como en las empresas. El aumento en las tasas de tributación ha generado una sobrecarga fiscal que, según López, ha limitado la capacidad de los sistemas formales de continuar generando ingresos de manera eficiente. “Hay muchas demandas sociales, este acto legislativo precisamente es un clamor de las regiones buscando tener más recursos con unas fuentes que se han venido, si se quiere, fatigando. Yo creo que hay una fatiga tributaria en el país”, expresó López durante su intervención.

Esta situación se refleja en una preocupante disminución del recaudo tributario, que ha caído un 8% entre enero y septiembre de este año. Las implicaciones de esta caída son significativas para el Gobierno Nacional, que enfrenta una restricción presupuestaria considerable. Con menos recursos en caja, se han visto afectadas áreas clave del gasto público, lo que compromete la ejecución de proyectos esenciales y la capacidad del Estado para responder a las demandas sociales crecientes.

El presidente de Anif también resaltó una paradoja preocupante: aunque las tasas impositivas han subido, el recaudo no ha seguido el mismo ritmo. Esto sugiere que el sistema tributario formal ha alcanzado un punto en el que la carga fiscal es demasiado pesada, lo que complica la posibilidad de seguir utilizando este mecanismo para financiar el gasto público de manera sostenible. «Aumentamos las tasas de tributación, pero estamos viendo un recaudo que no está respondiendo de la misma manera y puede ser que la carga tributaria del sistema formal ya empieza a ser tan pesada que va a ser difícil continuar con ese mismo mecanismo para mejorar el ritmo de esa aparición de gasto», explicó López.

Uno de los elementos clave de esta discusión es el crecimiento del tamaño del Estado bajo la administración de Gustavo Petro. Anif reconoce que el Gobierno ha incrementado significativamente el aparato estatal, sin embargo, este aumento no ha logrado satisfacer las demandas sociales que justifican dicho crecimiento. Según López, es necesario llevar a cabo una «revisión exhaustiva de la calidad y la eficiencia del gasto», ya que un mayor gasto público no siempre se traduce en una mejor solución para los problemas estructurales del país.

A pesar de este panorama preocupante, José Ignacio López destacó que el país podría encontrar cierto alivio fiscal este año gracias a la regla fiscal, una normativa diseñada para garantizar la sostenibilidad de las finanzas públicas. Esta regla establece un límite al endeudamiento público y su cumplimiento parece estar asegurado este año, en parte debido a la falta de ejecución de la inversión pública, lo que, paradójicamente, ha permitido evitar un aumento descontrolado de la deuda.

La advertencia de Anif sobre la «fatiga tributaria» no es un tema menor. En un país como Colombia, donde las desigualdades sociales son profundas y las demandas de las regiones son crecientes, depender exclusivamente de la reforma tributaria como herramienta para generar ingresos no parece ser una solución viable a largo plazo. Los altos impuestos están afectando la competitividad del sector empresarial y sobrecargando a las personas naturales, lo que podría conducir a una disminución en la productividad y un aumento en la informalidad.

Es imperativo que el Gobierno revise la estructura del sistema tributario y explore nuevas vías de recaudación que no impliquen seguir incrementando las cargas fiscales a los mismos sectores. Además, debe priorizar la eficiencia del gasto público, asegurándose de que los recursos se utilicen de manera eficaz para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y fortalecer las bases de la economía.

Colombia se enfrenta a un desafío estructural que requiere soluciones innovadoras y concertadas entre el sector público y privado, con un enfoque que trascienda las reformas tributarias tradicionales y apueste por un crecimiento económico inclusivo y sostenible.