Un llamado a la ética diplomática surge tras el presunto ‘lobby’ del embajador en el Congreso, generando inquietudes sobre el uso de recursos estatales.
La Cancillería de Colombia ha emitido un fuerte llamado de atención a sus embajadores y jefes de misiones diplomáticas, instándolos a evitar actividades que no correspondan a sus funciones asignadas en el contexto de la COP16 que se celebra en Cali. Este aviso, difundido a través de una circular interna y reportado por un informativo nacional, se da en un clima de preocupación por la posible falta de ética en la conducta de algunos diplomáticos.
El comunicado de la Cancillería se produce a raíz de la controversia generada por la presencia del embajador de Colombia en el Reino Unido, Roy Barreras, quien fue visto en el Congreso, aparentemente participando en actividades de lobby en medio de la selección de un nuevo director administrativo del Senado. Este encuentro fue particularmente alarmante, ya que Barreras se encontraba solo y no estaba acompañado de ningún representante de la Cancillería.
La circular enfatiza que «se les recuerda a los señores funcionarios y contratistas el deber imperativo de cumplir estrictamente con el objetivo, agente e itinerarios previamente aprobados en el acto administrativo y soportes que justifican su comisión. Por favor, abstenerse de realizar actividades y desplazamientos que no estén previstos en la comisión y en el marco del evento en mención».
El evento que ha motivado esta advertencia es la COP16, en la que varios embajadores, incluido Barreras, participan. A pesar de las acusaciones en su contra, el diplomático defendió su presencia en el Congreso, afirmando que «es falso de toda falsedad que ayer estuviese participando en la elección de nadie en el Congreso» y que su visita tenía como propósito informar al presidente del Senado, Efraín Cepeda, sobre el FORO INTERPARLAMENTARIO COP que se lleva a cabo en Cali.
Barreras también subrayó que su objetivo era coordinar con Cepeda la designación de una Comisión de Senadores para dialogar con los parlamentarios británicos que asisten a la COP. «En ese marco hemos venido trabajando una alianza interparlamentaria colombo-británica para impulsar la legislación común en materia de biodiversidad y bioeconomía, incluyendo una legislación de transición que avanza en el Parlamento Británico y que afecta seriamente nuestras exportaciones de cacao, banano, carne y palma entre otras. Cancillería y las Ministras de Agricultura y Ambiente están perfectamente enteradas de esta tarea», añadió Barreras.
La necesidad de límites en la diplomacia
Este incidente pone de relieve la importancia de establecer límites claros en las actividades de los diplomáticos, especialmente durante eventos internacionales de gran relevancia como la COP16. La función principal de los embajadores es representar a su país y promover los intereses nacionales, y cualquier desviación de esta misión puede comprometer la imagen y la credibilidad del Estado.
El llamado de atención de la Cancillería no solo busca mantener el enfoque en las actividades asignadas, sino que también resalta la necesidad de una diplomacia ética y responsable. En un mundo donde la transparencia y la rendición de cuentas son cada vez más exigidas, es esencial que los funcionarios públicos actúen con integridad y en concordancia con los objetivos del país.