Este 23 de octubre se conmemoró por primera vez el Día Nacional de Reconocimiento a las Mujeres Buscadoras de Víctimas de Desaparición Forzada, una fecha que honra la incansable lucha de miles de mujeres que han dedicado sus vidas a encontrar a sus seres queridos desaparecidos en el contexto del conflicto armado colombiano.
Esta iniciativa, liderada por organizaciones sociales como la Fundación Nydia Erika Bautista y además respaldada por la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD), visibiliza un trabajo históricamente silenciado.
El logro de establecer este día nacional no solo rinde homenaje a las buscadoras, sino que también marca un hito en el reconocimiento de sus derechos con la aprobación de la Ley 2364 de 2024, que protege y garantiza la participación activa de estas mujeres.
Carlos Hernán Marín Arias, subdirector de la UBPD, subraya la importancia de este avance, afirmando que “Las mujeres buscadoras han logrado posicionar en la agenda pública el delito de la desaparición, también han logrado que existan entidades como la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas. Esperamos que esta fecha nos sirva para que reconozcamos y visualicemos el rol de las mujeres buscadoras”.
Según los datos de la UBPD, al menos 132 mujeres llevan más de 50 años buscando a sus familiares, mientras que 13.306 han estado comprometidas en esta tarea durante periodos de entre 16 y 30 años.
Organizaciones como Narrar para Vivir, Madres del Meta, Guaviare y Vichada, y el Resguardo Indígena Marcelino son ejemplos de colectivos que, con el liderazgo de mujeres, han transformado el dolor en resiliencia y lucha. Este año, la unión de estos grupos logró la aprobación de una ley que, por fin, protege de manera integral la labor de las buscadoras y las coloca en el centro del debate social y político.
La lucha por la verdad y la justicia no es uniforme. De las 21.028 mujeres que adelantan un proceso de búsqueda ante la UBPD, 1.509 son afrocolombianas, entre ellas mujeres negras, palenqueras y raizales, y 1.257 son mujeres indígenas. Además, la población campesina, con 3.595 mujeres involucradas en la búsqueda, demuestra cómo la desaparición forzada ha afectado de manera transversal a diferentes comunidades del país.
En este día de reconocimiento, no solo se destacan los logros legislativos, sino el compromiso inquebrantable de estos seres, que han transformado la búsqueda de sus familiares en una lucha colectiva por los derechos humanos.