Alexander López, director del DNP, destaca el progreso y los desafíos en la inclusión social durante la cumbre de la OCDE
En el contexto de la tercera cumbre ministerial de inclusión social organizada por la OCDE, el director del Departamento Nacional de Planeación (DNP), Alexander López, reveló que uno de los objetivos fundamentales del actual Gobierno es sacar de la pobreza a más de tres millones de personas. López subrayó la importancia de la inversión social en los territorios para cerrar brechas históricas que han perpetuado la desigualdad en el país.
Durante su intervención, el director del DNP aseguró que «en solo un año y medio de gobierno se ha logrado sacar de la pobreza multidimensional a más de un millón 600 mil personas». Este logro es un indicativo del compromiso del Gobierno con la inclusión social, aunque también resalta los enormes retos que persisten en regiones que enfrentan condiciones adversas.
López comentó que «esta región sigue siendo una de las más desiguales de la tierra, el 10% más rico concentra más del 42% de la renta nacional media». Esta afirmación pone de relieve la disparidad económica que enfrenta Colombia, donde las oportunidades no son equitativas y las condiciones de vida varían drásticamente entre diferentes sectores de la población.
El director del DNP también abordó las dificultades que han obstaculizado la implementación de la inversión social en algunas áreas. Según López, muchas de estas zonas carecen de servicios básicos como agua potable, salud y educación, y sufren de problemas de violencia y exclusión que han persistido por años. «Tenemos demasiadas complejidades para llevar esa inversión a territorios donde no existe agua potable, donde no existe salud, donde no existe educación y mucho menos vías de acceso, y justamente es en esos territorios donde estamos enfrentando los desafíos», explicó.
En cuanto a las reformas sociales impulsadas por el Gobierno, López reconoció la existencia de «barreras políticas, económicas e ideológicas» que han dificultado su avance. Sin embargo, el director expresó que el Gobierno está comprometido con «una reforma laboral» que cumpla con las orientaciones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), reafirmando el compromiso de Colombia como aliado de la organización en la búsqueda de mejorar las condiciones laborales.
A pesar de los avances en materia de inclusión social, el funcionario enfatizó que todavía queda un largo camino por recorrer. La implementación de muchas de las propuestas del Gobierno enfrenta obstáculos que requieren la colaboración de diversos sectores para consolidar el desarrollo económico y social del país.
La situación actual plantea la necesidad de un enfoque integral que permita abordar no solo la pobreza, sino también las desigualdades estructurales que han afectado a Colombia durante décadas. El éxito de las políticas de inclusión social dependerá de la capacidad del Gobierno para superar los desafíos existentes y de la colaboración de todos los actores sociales y económicos.