[EDITORIAL]Que se pronuncie el Concejo Distrital

Concejo Distrital de Barranquilla // Foto: Captura de pantalla.

Son pocos los países que como Colombia cuentan con una legislación tan extensa dirigida a la protección de la niñez y a la vez con tantas instituciones establecidas para su atención. De ahí que resulte una verdadera contradicción que sea el nuestro uno de los países descuidados en este aspecto, motivo por el cual es urgente que el Gobierno cumpla con las políticas trazadas a través de las disposiciones legales. Hay un tema que actualmente ocupa las principales páginas de los periódicos del mundo y que hemos tratado con insistencia en recientes ediciones de LA LIBERTAD; se trata de la alimentación adecuada en la población infantil asentada especialmente en los sectores marginados de las grandes ciudades, como Barranquilla, por lo que resulta inminente que se revise el cumplimiento de las funciones por parte de quienes están manejando el Plan de Alimentación Escolar, conocido como PAE. Las instituciones legalmente creadas para la protección de los menores y la sociedad en general están en la obligación de garantizarles un crecimiento sano a base de una alimentación sana. Una reciente encuesta nacional respecto a la situación nutricional permitió establecer que existe un protuberante retraso en lo referente al crecimiento de los menores de cinco años que habitan en los llamados barrios subnormales de las grandes urbes. Debido a esta preocupante situación a un grupo de dirigentes cívicos de los barrios subnormales les proponemos la realización de un debate popular, para tratar de conseguirle una solución al problema de la desnutrición infantil en los niños pertenecientes a familias de escasos recursos económicos, residentes no solo en los mencionados sectores, sino en todos los barrios periféricos de nuestra ciudad en donde la situación es similar. En diversas reuniones y foros, con asistencia de miembros de dichas entidades se acordó que es viable esa posibilidad. Esta intención de buscarle una solución a la citada problemática produjo cierto optimismo porque consideramos que por fin el Concejo de Barranquilla, se está apersonando de los inconvenientes planteados por la comunidad que los eligió, a más que es su obligación y responsabilidad velar por el bienestar de toda la comunidad barranquillera.