La Alcaldía de Santa Marta activa protocolos de atención y apoyo psicosocial, respetando las costumbres indígenas, tras la trágica muerte de Leandra Epiayú González.
La Alcaldía Distrital de Santa Marta ha implementado un plan de atención integral tras el lamentable fallecimiento de Leandra Epiayú González, una menor de la comunidad wayuu, cuyo cuerpo fue encontrado sin vida en su vivienda en el sector de Gaira. Desde el momento en que se conoció la noticia, las autoridades locales han mostrado un profundo respeto por las tradiciones culturales de la familia, activando de inmediato los protocolos correspondientes a través de la Secretaría de Salud y otras dependencias.
La respuesta de la administración distrital ha sido rápida y eficiente. Según los reportes, la Secretaría de Salud reaccionó de manera inmediata, proporcionando atención en el Centro de Salud de Gaira, adonde fue trasladada la menor en un intento de brindarle auxilio. Sin embargo, el desenlace trágico fue inevitable, lo que desencadenó una serie de acciones para asegurar que la familia recibiera el apoyo necesario.
Siguiendo las costumbres de la comunidad wayuu, el cuerpo de la menor fue entregado a sus familiares cerca de la medianoche del 15 de octubre, asegurando que se respetaran todas las prácticas culturales tradicionales. «Desde la Alcaldía se mantuvo un enfoque respetuoso en todo momento, asegurándose de que el proceso se desarrollara en armonía con las creencias de la comunidad indígena», declararon fuentes oficiales. Es importante destacar que el ataúd fue enviado desde Uribia, por lo que no fue necesario el uso del auxilio funerario que había sido ofrecido por la Alcaldía.
Durante una mesa de trabajo llevada a cabo la mañana siguiente, Sarita Vives, alta consejera para la Sierra Nevada y la Zona Rural, presentó un enfoque integral para abordar el caso, detallando que las acciones incluyeron atención in situ y un apoyo psicosocial a la familia, que se mantendrá una vez regresen a La Guajira. Además, en la reunión se acordó convocar a los cabildos gobernadores con el fin de establecer rutas de atención que sean culturalmente adecuadas, no solo para la comunidad wayuu, sino para las otras ocho comunidades indígenas del distrito de Santa Marta. «Se busca que en casos como este, o en otras emergencias, las respuestas estén alineadas con los valores y costumbres de cada comunidad», subrayó Vives.
Por otro lado, la Defensoría del Pueblo, en conjunto con el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) y la Secretaría de Salud Distrital, ha organizado una intervención para la próxima semana, con el fin de verificar el estado de salud de los demás niños que forman parte de la familia Epiayú González. Esta inspección tiene como objetivo garantizar el bienestar de los menores y prevenir cualquier situación que ponga en riesgo su salud. «La atención no solo es inmediata, sino continua», indicó un portavoz del ICBF, remarcando que este seguimiento será fundamental para asegurar la protección integral de los niños.
El apoyo brindado por la Secretaría de Promoción Social también ha sido esencial en este proceso. La institución ha dispuesto un equipo interdisciplinario de profesionales para continuar ofreciendo apoyo psicosocial a los familiares, reconociendo la importancia de acompañar a la familia en su duelo y ayudarlos a enfrentar esta difícil situación.
La Alcaldía de Santa Marta, por su parte, ofreció sus más sentidas condolencias a la familia y reafirmó su compromiso de apoyo continuo a las comunidades indígenas. «Nuestro compromiso es claro: respetamos y acompañamos a las comunidades indígenas en momentos difíciles, y seguiremos trabajando para asegurar que cada uno de sus miembros reciba la atención y el respeto que merecen», afirmó un representante de la Alcaldía.
Este caso resalta la importancia de desarrollar un enfoque intercultural en las políticas públicas locales, donde el respeto por las costumbres de las comunidades indígenas no solo es una prioridad, sino una obligación. En un contexto donde las tensiones culturales y los desafíos de salud pública se entrelazan, la respuesta integral por parte del gobierno local marca un precedente de cómo se deben manejar este tipo de situaciones en el futuro.