La decisión de la Cámara de Representantes se considera un alivio para un sector que enfrenta una alta informalidad laboral.
La Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC) ha expresado su satisfacción tras la reciente decisión de la Cámara de Representantes de eliminar los artículos 31, 32 y 33 de la reforma laboral. El presidente de la SAC, Jorge Bedoya, destacó que esta acción representa un alivio significativo para el sector agrícola y rural del país, que ha estado lidiando con serios desafíos en materia de empleo.
Bedoya subrayó que estos artículos complicaban aún más la alarmante tasa de informalidad laboral en el campo colombiano, que actualmente se sitúa en un asombroso 84%. “Desde las actas del primer momento propusimos un articulado que contribuyera a generar herramientas para combatir la tasa de informalidad laboral del campo”, indicó Bedoya durante una entrevista radial.
El presidente de la SAC señaló que la realidad del empleo rural es grave, con ocho de cada diez trabajadores en la informalidad. Este contexto dificulta la contratación adecuada de personal en el sector agrícola. Uno de los principales problemas radica en la dificultad de remunerar a los trabajadores por el tiempo efectivamente trabajado. Según Bedoya, una solución viable sería permitir que los empleados recibieran pagos de varios empleadores en un mismo día, siempre respetando sus prestaciones sociales.
“En la mañana en una finca puede haber un trabajador que esté en un ordeño de la ganadería y por la tarde ese mismo trabajador puede estar en otro predio realizando actividades para la cosecha de un producto agrícola”, ejemplificó Bedoya. Este tipo de flexibilidad es esencial para abordar la realidad laboral del campo.
A pesar de celebrar la decisión de los 82 representantes que votaron a favor de la eliminación de los artículos problemáticos, Bedoya lamentó que la propuesta del gobierno no haya considerado las necesidades del sector rural, lo que, según él, habría empeorado aún más la informalidad. “La propuesta del Gobierno tenía unas adiciones que lo que harían era complicar aún mucho más la situación de informalidad de los trabajadores rurales”, advirtió.
En conclusión, aunque la eliminación de estos artículos es vista como un paso positivo, Bedoya reconoció que se perdió una oportunidad crucial para mejorar las condiciones laborales en el campo. “Seguiremos llevando propuestas técnicas que permitan atender una realidad del campo”, finalizó diciendo presidente de la SAC en su intervención.
En definitiva, la eliminación de los artículos 31, 32 y 33 de la reforma laboral representa una respuesta favorable a las demandas del sector agrícola, que ha estado lidiando con un nivel alarmante de informalidad laboral. A pesar de que se reconoce la urgencia de implementar soluciones efectivas, queda claro que el desafío no se limita únicamente a la modificación de leyes, sino que también requiere un enfoque holístico que considere la realidad cotidiana de los trabajadores del campo.
La propuesta de permitir que los empleados reciban pagos de múltiples empleadores en un solo día podría ser un paso crucial para combatir la informalidad. Sin embargo, se requiere una voluntad política firme para desarrollar un marco normativo que apoye esta iniciativa. La voz de los agricultores, liderada por figuras como Bedoya, debe ser escuchada en el diseño de políticas que no solo regulen el empleo, sino que también promuevan la dignidad y el bienestar de quienes laboran en el campo.