El Banco de la República ha revelado una preocupante cifra que refleja el estado de la economía colombiana: la deuda externa del país alcanzó los USD 197.538 millones en julio de este año, representando un incremento del 8% en comparación con el mes anterior. En junio, la cifra había sido de USD 196.337 millones, lo que indica un aumento de más de mil millones de dólares en solo un mes. Este creciente endeudamiento ahora representa el 48,7% del Producto Interno Bruto (PIB) del país, un nivel que ha comenzado a generar inquietud entre analistas y economistas.
La deuda externa se divide en dos grandes componentes: la deuda pública y la deuda privada. En el primer caso, los compromisos del sector público sumaron USD 113.538 millones, lo que corresponde al 27,9% del PIB. Por otro lado, la deuda privada ascendió a USD 84.000 millones, representando el 20,8% del PIB. Esta separación entre deuda pública y privada es crucial, ya que refleja la responsabilidad compartida entre el Estado y las empresas privadas en el contexto del endeudamiento externo.
Un factor determinante en este aumento de la deuda ha sido la fluctuación en la Tasa Representativa del Mercado (TRM). Según el informe del Banco de la República, el incremento de $39 en la TRM entre junio y julio, llegando a $4.148 por dólar, fue uno de los principales motores detrás de este crecimiento en la deuda externa. Este ajuste en la tasa de cambio, sumado a otros factores económicos, ha generado una mayor presión sobre las finanzas nacionales y ha incrementado la necesidad de obtener más crédito en el extranjero.
El informe del Banco de la República hace una advertencia importante al Gobierno Nacional: es urgente que se determine claramente qué entidad tendrá la responsabilidad de compilar las estadísticas de la deuda externa del país. “Si varios organismos comparten la responsabilidad de compilar las estadísticas de la deuda, deberá establecerse claramente el organismo que tiene la responsabilidad primaria de compilar las estadísticas de la deuda externa”, señala el documento.
En el análisis del informe, el Banco también destaca que los mercados financieros de muchas economías, incluida la colombiana, están cada vez más integrados con los mercados internacionales. Esta globalización financiera ha permitido que las naciones accedan a créditos internacionales más fácilmente, lo que a su vez ha impulsado la inversión en los países. Sin embargo, el informe advierte que este acceso a crédito externo ha sido un arma de doble filo: «El crédito obtenido en el extranjero ha contribuido a financiar una inversión más cuantiosa de la que habría hecho posible el ahorro de los residentes por sí solo».
Este crecimiento acelerado de la deuda externa plantea varias interrogantes sobre la sostenibilidad de las finanzas nacionales a mediano y largo plazo. ¿Hasta qué punto es manejable este nivel de endeudamiento para una economía en desarrollo como la colombiana? ¿Qué efectos tendrá en las futuras decisiones de política económica? Y, más importante aún, ¿cómo afectará a la vida cotidiana de los colombianos, en especial cuando factores como la TRM y la devaluación del peso parecen jugar en contra de la estabilidad financiera del país?
La respuesta a estas preguntas será crucial en los próximos meses, ya que el Gobierno deberá enfrentar el desafío de equilibrar el endeudamiento externo con el crecimiento económico sostenible.