De manera discreta pero efectiva, se está llevando a cabo la recolección de firmas para impulsar un referendo de autonomía fiscal en Colombia, liderado por el gobernador de Antioquia, Andrés Julián Rendón. Este movimiento ha ido ganando fuerza en varios municipios del departamento y en otras regiones del país, donde colectivos ciudadanos han instalado carpas y convocado a la población en parques y plazas para firmar en apoyo a la causa.
La iniciativa no se limita a Antioquia; se han reportado esfuerzos activos en departamentos del Eje Cafetero, Valle del Cauca, Tolima, Santander y en varias regiones de la costa atlántica. El objetivo es reunir un mínimo del 25% más de las firmas requeridas para asegurar que, tras el proceso de verificación por parte de la Registraduría, se pueda proceder con el referendo.
El plazo para alcanzar esta meta es diciembre de este año. El referendo propuesto busca otorgar a los departamentos del país mayor autonomía fiscal, permitiéndoles gestionar sus propios recursos de manera más eficiente y reducir la dependencia del gobierno central.
En el caso de Antioquia, la situación es crítica: se estima que el departamento entrega anualmente alrededor de 30 billones de pesos a la nación, pero solo recibe 6 billones a cambio, una suma insuficiente para cubrir las crecientes necesidades de inversión y desarrollo. Además, el anuncio del gobierno de reducir las transferencias a los departamentos para el 2025 amenaza con agravar la situación presupuestaria de la región.
Esta problemática se repite en otros departamentos, que han denunciado la falta de recursos necesarios para funcionar adecuadamente y atender las necesidades de sus comunidades. Mientras tanto, el gobierno central sigue realizando gastos que muchos consideran innecesarios, como eventos multimillonarios y subsidios ineficaces, dejando a las regiones con escasos recursos para invertir en su desarrollo.
La iniciativa del gobernador Rendón ha generado un debate nacional sobre el manejo de los recursos públicos y la descentralización del poder. Si la recolección de firmas cumple con las expectativas, el referendo podría convertirse en un paso histórico para dotar a los departamentos de la autonomía que necesitan, ofreciendo un respiro a las finanzas locales y fortaleciendo la capacidad de respuesta ante las demandas de las comunidades.