La otra cara de Lorduy: conozca la historia

Cesar Lorduy, hoy magistrado del CNE.

Más allá de los infortunios de la vida y los temas álgidos que muchos han criticado, hemos querido en estas letras resaltar la historia que muchos desconocen sobre el hoy magistrado del CNE Cesar Lorduy, y de cómo a través de su esfuerzo ha logrado calar hasta donde está hoy.

Y es que lo ha hecho no porque alguien se lo haya regalado, sino con esfuerzo, meritocracia y mucha disciplina, hasta el punto de convertirse en un autodidacta pensante e inteligente en la vida pública del país.

Desde que tenía uso de razón, tenía sueños en la vida, pese a que vivía en la pobreza absoluta, ya que sus padres no tuvieron las condiciones económicas para brindarle una mejor calidad de vida.

Siendo un niño fue reciclador en Las Flores; más tarde, ‘especialista’ en análisis literarios que hacía por encargos; no se había graduado, y estaba ya dirigiendo y enseñando en una primaria nocturna que ayudó a montar en el barrio Cevillar; fue mensajero de un reconocido penalista, escribiente de telegramas para analfabetas en Telecom, y auxiliar de biblioteca en Uniatlántico y en Monómeros, empresa en la que escaló después como abogado y vicepresidente jurídico.

Sus estudios

Cuando comenzó a estudiar bachillerato en el Colegio Barranquilla para Varones se le comenzó a cumplir su sueño de ser presidente. Logró obtener el título varias veces, pero como presidente del Concejo Estudiantil del Colegio Barranquilla y Presidente del Comité de Deportes. Ahora solo le faltaría ser presidente de la República.

Desde muy niño tomó el hábito de la lectura. El Colegio Barranquilla para varones fue determinante para ser un gran lector de libros y que sería la gran herramienta para poder sobrevivir.

Lorduy leía los libros que le eran asignados en las distintas materias, inclusive los de otros cursos, ya que sus amigos descubrieron su pasión por la lectura y él les hacía los análisis de obras literarias.

«Yo cobraba por cada trabajo porque mis padres eran muy pobres, así que me tocó comer buen libro para estudiar y sobrevivir», contó en el algún momento.

Después de estudiar bachillerato, llegó a la Corporación Universitaria de la Costa, a la que logró ingresar gracias a una beca, en un momento donde para él era casi imposible ingresar a una institución privada. Cuando se normalizó la parte académica, allí comenzó a estudiar Derecho, es decir, que simultáneamente estudiaba la misma carrera en las dos universidades.

Una de las frustraciones de Cesar Lorduy es no haber tenido tiempo en su juventud para practicar un deporte, porque todo el tiempo se lo dedicó a leer libros para ganarse la vida.

Nómada

Este excongresista se conoce a Barranquilla como la palma de sus manos, pues producto de sus condiciones tuvo una vida de nómada para poder capotear la pobreza.

En el segundo semestre de sus estudios de Derecho por las noches, inició a trabajar de día en la empresa Monómeros. Allí empezó su vida laboral desempolvando libros. En poco tiempo esa cantidad de textos se convirtieron en una biblioteca y fue su administrador. La biblioteca servía de soporte a las investigaciones de ingenieros en la empresa, lugar donde estuvo por 36 años.

Como simbolo de templanza y ejemplo para la juventud, puede decir que empezó limpiando libros y terminó siendo vicepresidente de la compañía por más de 30 años.

Magistrado del CNE

En días pasados, en un escueto mensaje en su cuenta de X, el presidente Gustavo Petro pidió su renuncia como magistrado del CNE tras conocerse testimonios de la representante a la Cámara Ingrid Aguirre, quien denunció al excongresista por presunto acoso sexual.

En medio de la tormenta política, una de las mayores polémicas que pesan sobre Lorduy es la muerte de Alicia Mercedes Ribalbo, quien murió, hecho sobre el que ha aclarado que fue un accidente. La justicia, al final –incluso cuando el excongresista no era reconocido en la vida pública– tomó una decisión concluyente en el proceso y se archivó.

Para aclarar el tema, Lorduy ha explicado que ese día se encontraba con el celador del lugar, quien le estaba enseñando el arma. Sin embargo, por accidente esta se le disparó, con tan mala fortuna que la bala impacto en el cuerpo de Rivaldo. Fue algo accidental. Fue un crimen de hace más de 40 años. Ni para decir que pagó por eso, pues era un ciudadano común y corriente sin reconocimiento político.

Talentos a destacar

Lorduy es un hombre con mucho talentos a destacar; una persona inteligente que no llegó al Congreso de la República por casualidad.

Creció con mucho esfuerzo, pero la disciplina y su inteligencia lo llevaron a superar las limitaciones económicas, y aunque aún no ha logrado el sueño de ser presidente, hoy se estrena en una curul que le ofrecieron los hermanos Char, quienes vieron en él, una gran trayectoria empresarial, un ejemplo de vida y su compromiso con el servicio a los demás.

Este abogado, medio nerd, escritor de columnas en varios periódicos del país y gran lector, fue miembro también de la junta directiva de la Andi, en donde estudió su primaria en el colegio de la fundación, que esta asociación creó en Barranquilla para ayudar a niños de escasos recursos como lo era él.

Lorduy que la vida le ha dado tanto, producto de tanto esfuerzo, que quiere devolver esa generosidad, y trabajar por los demás.

Para este barranquillero que disfruta escuchar a la gente debajo de un palo de mango, libró duras batallas por la navegabilidad en el río Magdalena cuando estuvo en el Congreso. Y por qué no, dice él, si ha logrado pasar de ser reciclador de basura, cuando estaba en segundo de primaria a ser presidente: «Sí es posible, yo soy un sueño hecho realidad», lo aclama con orgullo.