POR CARLOS HERRERA DELGÁNS
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Se aseguraba en los mentideros políticos que el Consejo Nacional Electoral -CNE- formularía pliego de cargos al presidente Gustavo Petro y otros por violación de topes de campaña. El rumor se formalizó el pasado 8 de octubre con la lectura de un comunicado de prensa de tres páginas por el presidente de la corporación César Lorduy, del partido Cambio Radical y de los afectos del clan Char, en el que anunciaba apertura de investigación.
Para muchos especialistas en el tema electoral y constitucional el CNE no tiene competencia para investigar y elevar pliego de cargos al jefe de Estado por el fuero presidencial que goza lo cual lo blinda de cualquier investigación, al estar establecido que la competencia recae en la Comisión de Acusación de la Cámara de Representantes, juez natural de los aforados, mientras que para otros la corporación si está revestida para cumplir esa función. Es la discusión que se abre paso por ser la primera vez en la historia política de Colombia que se formula pliego de cargos a un presidente de la República.
No había caído la noche cuando el presidente de la República en una corta alocución endureció el discurso volcánico contra el CNE y sus opositores al convocar a las organizaciones de base a levantarse en lo que el considera empezó el golpe de Estado para sacarlo del cargo. Las reacciones por parte y parte no se hicieron esperar y en las redes sociales se recrudecieron los ataques para presenciar un escenario tóxico de mucha agresión verbal que en nada enriquece la democracia, todo lo contrario, la contamina para convertirla en un mecanismo despreciable al que pocos le apuestan para acceder al poder.
La decisión del CNE más que política es reaccionaria la cual busca la confrontación con el jefe de Estado que lo asemejan a un fosforito que al frotarlo se enciende para crear una gran conflagración que arrasa bosques enteros. Claro, no hay un dirigente político curtido en debatir y convocar a las bases que el presidente Petro, al no vacilar en arroparse con lo que el llama el poder popular. Le ha funcionado a las mil maravillas y en esta oportunidad la aprovecha para alertarlos lo que se maquina contra él. Creo que el escenario que menos le favorece a los opositores es la calle por el desprestigio que arrastran. Insistir en ese mecanismo seria un suicidio.
Para muchos la decisión del CNE es una factura que se expide para cobrar una deuda pendiente al presidente de la República, por la forma cortante como está redactado el comunicado, mientras para otros, es el resultado de una investigación de meses donde las pruebas arrojan que hubo un desborde en los gastos de campaña.
Es sabido que la corporación está capturada por la clase política corrupta del país al tener sus fichas en la toma de decisiones que no los afecte. Cada integrante de la corporación milita en los partidos políticos tradicionales lo cual desnaturaliza cualquier decisión en derecho que se adopte. Tienen asiento en la corporación el partido Liberal, Conservador, la U, Centro Democrático, Alianza Verde y el Pacto Histórico. Los primeros están aliados en una férrea oposición al gobierno del presidente Gustavo Petro, el cual no se ha arrugado a las embestidas, todo lo contrario, los desafía con el brazo alzado y los coloca en la picota publica al señalarlos de ser los principales saqueadores del erario.
La discusión se centra en sí el CNE tiene competencia para investigar y sancionar pecuniariamente al presidente de la República. Mientras se establece el si o el no, hay una decisión adoptada por la corporación que obliga al jefe de Estado defenderse de lo que se le imputa.
Una vez sea notificado formalmente del pliego de cargos deberán interponer los remedios jurídicos para controvertir la decisión de la corporación para lo cual a anunciado que acudirá a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para hacer valer sus derechos políticos, violados según él por la CNE. Se cocina también en la Casa de Nariño una acción de tutela para tumbar el pliego de cargos formulados.
Se juega también en el proceso la prescripción de la acción donde el CNE tiene que proferir la decisión antes del 19 de mayo de 2025, fecha de la segunda vuelta presidencial de las elecciones de 2022, de lo contrario deberá archivar lo actuado. El tiempo juega a favor del presidente Petro, al iniciar su defensa y la experiencia indica que será el camino a tomar para obligar adoptar la decisión. Súmele a lo anterior, la inminente renuncia del presidente de la corporación César Lorduy, quien aspira al Senado de la República en las elecciones 2026 en la lista de Cambio Radical con el apoyo del clan Char, en reemplazo del exsenador Arturo Char, lo cual acorta aún más los tiempos de la prescripción.
El huracán Milton, que arrasa la Florida en los Estados Unidos, quedará por los tobillos a la disputa que libran el presidente Petro y los opositores. El tema está para alquilar balcón por lo bravo de los toros.