Una alerta por la violencia de género tiene sumida en el miedo al departamento del Atlántico.
La noche del 7 de octubre de 2024 se convirtió en una jornada trágica, marcada por el asesinato de tres mujeres en diferentes localidades del departamento. Este suceso resuena con el grito colectivo de «¡Ni una más!», que busca visibilizar y detener la creciente violencia de género.
A las 8:50 p.m., en Sabanagrande y Caribe Verde, sicarios atacaron a sus víctimas casi simultáneamente. Ana Lucía Vergara Barros, de solo 17 años, fue acribillada en la Cancha Santa Sofía. A pesar de que los vecinos la trasladaron a un centro de salud, llegó sin signos vitales.
Lejos de allí, en una vía pública, fue hallado el cuerpo de Yuranis Herrera Jiménez, apodada «La Negra», quien también sufrió un ataque mortal. El hombre que la acompañaba falleció poco después en un centro de salud cercano.
A las 10:00 p.m., otro caso de feminicidio se reportó en el barrio Rebolo, en el sector del Golfo. La mujer, cuya identidad aún se desconoce, fue encontrada sin vida en la calle, un trágico recordatorio de la inseguridad que permea la zona.
Con estos nuevos asesinatos, la cifra de mujeres víctimas de homicidio en el Atlántico asciende a 60 en el año.
La comunidad, aturdida y dolida, vuelve a exigir medidas efectivas: «¡Ni una más!». Este contexto deja al descubierto la evidente necesidad y urgencia de implementar sistemas de alerta temprana y estrategias que frenen la violencia de género en la región.