Autoridades alertan sobre los riesgos de contagio para humanos tras el hallazgo de un cetáceo infectado en playas de la región.
Un delfín de la especie Stenella attenuata fue encontrado sin vida por pescadores en las aguas cercanas a Santa Marta y posteriormente llevado a la Playa de Puerto Gaira. Las pruebas de laboratorio realizadas por el equipo médico del Centro de Rescate de Fauna Marina y la Corporación Autónoma Regional del Magdalena (CORPAMAG) confirmaron que el animal padecía de brucelosis, una enfermedad infecciosa que puede transmitirse de animales a humanos.
La brucelosis es una infección bacteriana que comúnmente se propaga a través del consumo de alimentos contaminados, pero también puede transmitirse por contacto directo con animales infectados o incluso por el aire. Por ello, CORPAMAG ha emitido un llamado urgente tanto a residentes como a turistas: “si encuentran delfines muertos en las playas, deben informar de inmediato a las autoridades y evitar cualquier tipo de contacto con ellos. Tocar a estos individuos infectados representa un riesgo significativo para la salud humana”, advirtieron los expertos.
Además, los profesionales de la entidad enfatizan la importancia de mantenerse alejados de áreas donde se encuentren animales marinos muertos. “Se debe evitar la exposición al aire en esas zonas, ya que esto puede ayudar a reducir el riesgo de infección”, indicaron.
Julieth Prieto, bióloga de CORPAMAG, destacó que “los análisis serológicos demuestran que la brucelosis es una enfermedad de distribución mundial en los océanos, afectando a diversas especies de cetáceos. Las rutas de transmisión del patógeno incluyen la reproducción, el apareamiento y la lactancia, lo que refuerza la importancia de monitorear la salud de los animales marinos y actuar rápidamente ante cualquier indicio de infección”.
La preocupación por la brucelosis resalta no solo la necesidad de proteger a la fauna marina, sino también la importancia de la salud pública. La propagación de esta enfermedad puede tener repercusiones significativas tanto en los ecosistemas como en la salud de las comunidades que dependen del mar.
Es esencial que se fortalezcan las medidas de monitoreo y prevención, así como la sensibilización de la población sobre los riesgos asociados con el contacto con animales marinos. ¿Estamos realmente preparados para enfrentar las amenazas de enfermedades zoonóticas como la brucelosis, y qué pasos se deben tomar para mitigar estos riesgos en el futuro?