El 24 de noviembre se firmó un acuerdo de tregua de una semana entre Israel y Hamás, que resultó en la liberación de 80 rehenes israelíes y binacionales a cambio de 240 prisioneros palestinos. Además, se liberó a 25 extranjeros, en su mayoría trabajadores agrícolas tailandeses. Este acuerdo también permitió la entrada de ayuda humanitaria desde Egipto, aunque la ONU ha calificado esta asistencia como insuficiente.
Sin embargo, la tregua se interrumpió el 4 de diciembre, cuando el ejército israelí reanudó las hostilidades con una ofensiva terrestre y aéreos en el sur de Gaza. A pesar de los esfuerzos de mediadores como Qatar, Egipto y Estados Unidos, las negociaciones para un alto el fuego efectivo y la entrega de rehenes no han prosperado.
La tensión en Líbano como factor complicante
La situación en Gaza se ve afectada por el aumento de las tensiones en Líbano, donde los enfrentamientos entre Israel y Hezbollah han escalado. Este nuevo foco de conflicto ha desviado la atención internacional de Gaza, complicando aún más las posibilidades de una tregua.
Expertos como Thone sugieren que la estrategia de Israel en Gaza se centra en debilitar a Hamás y rescatar a los israelíes secuestrados. La atención dedicada a Hezbollah ha relegado las iniciativas para establecer un alto el fuego en Gaza.
Thone advierte que la crisis humanitaria en la región se agrava por la falta de mediación internacional efectiva y la complejidad de las tensiones regionales. “La continuidad del conflicto en Gaza es resultado de factores interrelacionados, incluyendo las prioridades militares de Israel y las crecientes tensiones en la región”, señala.
Por su parte, Luisa María Lozano, directora del programa de Ciencias Políticas en la Universidad de La Sabana, considera que la falta de alineación de intereses entre las partes hace que alcanzar un cese al fuego sea cada vez más difícil. La situación se complica aún más por los conflictos en Líbano e Irán.
Lozano también destaca que Estados Unidos, debido a su proximidad a las elecciones presidenciales, no podrá actuar como mediador efectivo en el corto plazo. “La comunidad internacional tiene la vista dispersa por lo que está sucediendo en la región, lo que limita la presión sobre Israel para lograr un cese al fuego”, concluye.
La situación en Gaza continúa siendo crítica, y la falta de un enfoque diplomático coordinado aumenta la incertidumbre sobre el futuro de la paz en la región.












