La Guardia Revolucionaria iraní promete atacar centrales eléctricas y refinerías israelíes si su país es blanco de acciones militares, en medio de crecientes tensiones.
Este viernes, la Guardia Revolucionaria de Irán emitió una severa advertencia a Israel, amenazando con golpear su industria energética en caso de que el Estado israelí decida tomar represalias por el reciente bombardeo iraní. La escalada de tensiones entre ambos países llega en un momento crucial, con amenazas directas y respuestas cada vez más duras por parte de sus líderes políticos y militares.
El subcomandante de la Guardia Revolucionaria iraní, el general de brigada Ali Fadavi, declaró en medios iraníes como Dideban: «Si el régimen sionista comete un error, atacaremos todas sus fuentes de energía, estaciones, refinerías y campos de gas». Este anuncio intensifica la preocupación por un posible enfrentamiento directo entre dos potencias militares en la región. Fadavi también destacó la vulnerabilidad del sistema energético israelí, señalando que «el régimen sionista tiene sólo tres centrales eléctricas y unas cuantas refinerías, pero Irán es un país enorme», dejando claro que las capacidades defensivas de Israel en ese aspecto son limitadas comparadas con las de Irán.
El intercambio de amenazas surge en un contexto de represalias. La Guardia Revolucionaria iraní lanzó el martes por la noche una serie de misiles contra objetivos en Israel, en respuesta a una serie de ataques previos que incluyeron el asesinato de figuras clave aliadas de Irán. Entre ellas se destacan el líder de la milicia libanesa Hezbolá, Hassan Nasrallah, y un general iraní en Beirut el pasado sábado, además del asesinato en julio del líder político de Hamás, Ismail Haniyeh, en un atentado en Teherán.
Las amenazas de Irán de atacar infraestructura energética israelí preocupan debido al daño que podría causar a la economía israelí. Algunos medios israelíes ya han especulado sobre posibles represalias contra Irán, enfocándose en su sector petrolero como un blanco estratégico, ya que un ataque a ese sector tendría un impacto devastador en la economía iraní. No obstante, las declaraciones de Fadavi sugieren que Irán está preparado para devolver cualquier golpe con acciones que podrían paralizar gran parte del sistema energético israelí.
Por otro lado, el líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jameneí, también hizo declaraciones en las que reafirmó el respaldo a las acciones de las fuerzas iraníes contra Israel, calificando el ataque con misiles como «el menor de los castigos» que podría infligir a su enemigo. En un rezo colectivo en la mezquita del Imán Jomeiní en Teherán, Jameneí expresó que «lo que hicieron nuestras fuerzas militares fue el menor de los castigos por la agresión del régimen israelí». Sus palabras, pronunciadas ante miles de fieles, subrayan la convicción de Irán de que sus acciones son una respuesta legítima a los ataques sufridos por el país.
“El ataque fue completamente legal y legítimo”, añadió Jameneí, en referencia a los bombardeos recientes que se llevaron a cabo contra Israel. Su discurso refuerza la narrativa de que Irán actuó en defensa propia frente a las agresiones de Israel, y de que está dispuesto a intensificar sus acciones militares si es necesario.
Por su parte, Israel ha asegurado que responderá de manera contundente a los ataques sufridos, lo que ha hecho que la posibilidad de una escalada violenta sea más palpable. Irán, sin embargo, se mantiene firme y ha reiterado que cualquier represalia israelí será respondida «con más fuerza». Estas palabras sugieren que el conflicto puede seguir escalando en un ciclo de represalias que amenaza con desestabilizar aún más la región.
En conclusión, la amenaza iraní de golpear la infraestructura energética de Israel marca un nuevo nivel en la escalada de tensiones entre ambas naciones. Mientras Irán justifica sus acciones como legítima defensa, Israel se prepara para lo que podría ser una respuesta decisiva. La pregunta ahora es si alguna de las partes estará dispuesta a detener este intercambio de ataques antes de que las consecuencias sean aún más devastadoras.